No hay que olvidar que la FED está buscando controlar la inflación sin ser generador de una recesión económica en este 2023, ya que no está “dentro de sus escenarios económicos”. En su última estimación conocida en diciembre pasado, la FED espera un crecimiento de la economía 2023 del 0.5%, una tasa de desempleo que hoy está en 3.5%, que aumente al 4.6%, lo que significaría sacrificar empleos hasta un punto de no crear en uno o un par de meses, y una inflación que descienda a 3.1% anual desde sus estimados de 5.6% como cierre 2022 (nuestro estimado sería alrededor de 6.60% anual). Por ello, tiene que poner un techo a la tasas de interés pronto.
Grandes pérdidas de la FED al vender bonos del Tesoro y bonos respaldados por hipotecas
Primero Bostic miembro de la FED y ayer Jerome Powell siguen tratando de meterle incertidumbre a los mercados, tratando de mantener una posición de cautela con la posible “permanencia en tiempo de tasas de interés altas” más allá del 5.0% anual.
Solamente hay que recordar que la FED sigue con su venta de activos. Apenas tiene un nivel de cumplimiento del 67.5% desde que inició sus ventas de activos en junio del 2022 hasta la primera semana de enero. Casualmente en noviembre pasado, con la presión de tasas de alza previo a la última decisión de política monetaria del 2022, logró vender 145% de su objetivo, pero en diciembre y enero han vendido menos del 50% de su objetivo.
Recordemos que durante el 2020 y 2021 se dedicaron a comprar bonos del tesoro y bonos respaldados por hipotecas a tasas de interés muy bajas, y actualmente las tasas han aumentado hasta 450 puntos base, generándoles grandes pérdidas en sus operaciones de venta y quizá quieren limitarlas.
El mercado visualiza un comportamiento diferente. Ve las tasas de interés “techo” en un máximo del 5.0% (posiblemente desde 4.75% si el empleo se reduce debajo de 190 mil puestos en enero) y que permanezcan sin cambio por varios meses del año.
La estación de Henkel
De un tema del que poco se ha hablado en esta administración es el de la radiodifusora que el expresidente Enrique Peña Nieto le regaló impunemente al empresario automotriz Eduardo Henkel. Lo digo porque dicha compra, que resultó en dádiva, se realizó con una serie de irregularidades que deberían desatar un escándalo, ya que la propiedad de la estación FM de la Ciudad de México, pasó a manos de Henkel con todo y que el empresario había ocultado sus vínculos con otras transmisoras, propiedad de su socio Francisco Aguirre; una situación amañada si consideramos que uno de los requisitos de aquella licitación era que no podía solicitarla ningún radiodifusor que tuviese una estación de FM en la capital del país.
Claro que Henkel se valió de toda clase de mecanismos para conseguir la radiodifusora, además está más que claro que le resultó muy fructífera la relación y supuesta sociedad que mantiene con Angélica Rivera, ex esposa de Peña Nieto, quien por cierto sabemos que cuenta con el 25% de la frecuencia 105.3 FM. Sobre este tema, circula información de que Henkel rentó dicha emisora de radio por la onerosa cantidad de 5 millones de pesos al mes, de los cuales la ex primera dama estaría recibiendo 1.25 millones de pesos mensuales; sin embargo, tal como se maneja el empresario, aún tiene pendiente una demanda que Rivera presentó en Florida en su contra debido a faltantes en sus cuentas y negocios que tienen en conjunto.
@1ahuerta
Lo importante es que el mercado percibe el riesgo de bajo crecimiento económico en 2023 y en especial el primer semestre del año, por lo que han adoptado una estrategia de “aprovechar altas tasas de interés que en la curva media – alta” que ya viene en descenso. Quién tendrá la razón?