Touroperadores sin permisos continúan dañando los estromatolitos, los organismos vivos más antiguos del planeta, y turistas causan impacto a la laguna por las exfoliaciones con sedimentos, denunciaron organizaciones medioambientales.
“La exfoliación es una mala práctica que ya está casi erradicada aquí, pero siempre hay alguien que ni acata las instrucciones ecológicas de turismo responsable”, dijo Martha Mattiello, quien en los últimos años ha emprendido una campaña para cuidar el cuerpo de agua y coordinar acciones con organizaciones y autoridades para su preservación.
“A los prestadores de servicios turísticos de Bacalar, por favor, si ven una mala práctica, siempre con respeto y atención, comuniquen el error den la información correcta. Es responsabilidad de todos preservar la laguna de Bacalar”, añadió.
El problema de la exfoliación, explica, es que se remueve el sedimento, lo cual enturbia el agua e impide el filtro de la luz a los manglares, además de que se liberan los nutrientes que habían sido secuestrados en el fondo de la laguna. Además de que altera la propia dinámica del sedimento.
PODRÍA INTERESARTE: Preparan sanciones administrativas a taxistas que bloquearon la Zona Hotelera de Cancún
Denuncian daños a Laguna de Bacalar
La preocupación se debe a que la calidad del agua de la Laguna de Bacalar se encuentra en su peor momento. Alfredo Yañez, investigador de El Ecosur, tomó en 2020 muestras de agua y comprobó la presencia de amonio y nitratos: nutrientes que cambian la composición química del agua y empeoran su calidad.
Por su parte, Teresa Álvarez Legorreta, también de El Ecosur, ha tomado muestras de agua en la laguna desde 2010. En sus estudios ha documentado la presencia de nitrógeno, fósforo, plaguicidas organoclorados, metales pesados tóxicos como mercurio y cadmio, y otros como plomo, cobre, zinc, además de agroquímicos e hidrocarburos.
Por otro lado Mattiello advierte del daño a los estromatolitos, por encallamiento de parte de embarcaciones que operan irregularmente en la Laguna de Bacalar.
Son estructuras cilíndricas sólidas y verticales que crecen apenas un centímetro por año y que se agrupan en arrecifes no mayores a los 20 metros de alto, que datan de hace 3 mil 700 millones de años en Bacalar y que son un aliado en el combate al cambio climático por ser secuestradores de carbono.
Con información de: 24 Horas Nacional
Síguenos en nuestras redes sociales ??