La policía de Canadá anunció el viernes por la noche que había terminado la búsqueda del objeto volador derribado hace casi una semana en la provincia ártica de Yukón.
Según un comunicado, a pesar de haber buscado en el “área más probable donde habría caído el objeto”, las autoridades no pudieron localizar los restos, en particular debido a las difíciles condiciones climáticas.
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Las “nevadas” recientes, “la probabilidad decreciente de que se encuentre el objeto” y “la creencia actual de que el objeto no está relacionado con un escenario que justifique esfuerzos de búsqueda extraordinarios” han llevado a las fuerzas del orden público federales canadienses a abandonar la búsqueda.
El 11 de febrero, creyendo que la seguridad del transporte aéreo civil estaba comprometida, las autoridades militares estadounidenses, en coordinación con Canadá, enviaron al área un avión de combate para destruir un objeto volador no identificado.
El viernes por la noche, Estados Unidos también anunció que había terminado la búsqueda de otros dos objetos derribados por aviones, uno frente a la costa norte de Alaska el 10 de febrero, y el otro sobre el lago Huron, en la frontera con Canadá, dos días después.
Realizada en cooperación con las autoridades canadienses, esta investigación, que movilizó tecnologías sofisticadas, no tuvo éxito, se especificó en la nota.
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Durante una conferencia de prensa el jueves, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que no había nada que sugiriera en este momento que estos dos objetos estuvieran “vinculados al programa de globos espía chinos”.
El viernes anterior, el Pentágono también había anunciado que concluyó con éxito las operaciones de búsqueda de los restos del globo chino derribado frente a la costa atlántica estadounidense el 4 de febrero. Las autoridades estadounidenses consideraron que el globo procuraba recabar información sensible para EEUU, aunque Pekín lo rechazó y alegó que tenía fines meteorológicos.