Los sindicatos se preparan para “paralizar nuevamente Francia” este martes al retomar las multitudinarias protestas contra la reforma de las pensiones del presidente liberal Emmanuel Macron, al que acusan de “permanecer sordo” al rechazo popular.
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“Llamo a los trabajadores, a los ciudadanos, a los jubilados a manifestar masivamente”, dijo este lunes Laurent Berger, líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT).
Dos de cada tres franceses, según los sondeos, se oponen a su proyecto de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, como ahora, para cobrar una pensión completa.
Pero elevar una de las edades de jubilación más bajas de Europa busca, según el gobierno, evitar un déficit en la caja de las pensiones. “Cumpliremos el objetivo” de un sistema equilibrado para 2030, dijo su portavoz, Olivier Véran, en la cadena de televisión France 2.
Desde su presentación en enero, los sindicatos organizaron grandes movilizaciones, entre ellas la más numerosa en tres décadas el 31 de enero (de 1.27 a 2.8 millones de personas), sin lograr que el gobierno dé marcha atrás.
Una fuente policial estima entre 1.1 y 1.4 millones el número de manifestantes en Francia. “Será un tsunami social”, dijo Murielle Guilbert, del sindicato Solidaires.
El servicio de trenes en Francia y el transporte público de París, clave para la economía de la capital, se anuncian muy perturbados por los paros, que los sindicatos esperan prolongar más allá de este martes.
Las autoridades, que llamaron a quienes puedan a teletrabajar, pidieron además la anulación de entre un 20% y un 30% de los vuelos previstos en los principales aeropuertos.
RECORDATORIO
La última vez que los franceses lograron una marcha contra la reforma de las pensiones fue en 1995. Los sindicatos paralizaron los servicios de transporte durante tres semanas y lograron mantener un apoyo masivo en la opinión pública.
Una mayoría de franceses apoya también ahora el principio de huelgas prorrogables (56%) y el objetivo sindical de “paralizar Francia” (59%) para obligar al gobierno a retroceder, según un sondeo de Elabe.
El proyecto sigue sin embargo su trámite parlamentario. Tras su paso por la Asamblea, el pleno del Senado debate las propuestas.
El gobierno escogió un polémico procedimiento parlamentario que limita el tiempo de debate y le permite aplicar sus medidas si las dos cámaras no han aprobado el mismo texto para el 26 de marzo.
El Día Internacional de la Mujer podría registrar también una fuerte movilización, porque los opositores al proyecto consideran que las mujeres son las más afectadas.
IMPACTO ECONÓMICO
Los sindicatos llamaron a cerrar escuelas, paralizar obras, cerrar tiendas, abrir peajes y bloquear carreteras.
Los trabajadores del sector de la energía provocaron caídas de producción en varias centrales nucleares.
El impacto no será superior a 0.2 puntos porcentuales del PIB, según analistas del banco ING.