“Al turismo no es solo venderles comodidades y lujos, hay que mostrarles que la idea de que el conocimiento y cuidado de la selva es el tesoro de Quintana Roo”, menciona Martha Beatriz Hernández Millán, galardonada con el reconocimiento de Mujer Quintanarroense Destacada 2023 en el ámbito Ecológico, por su dedicación a fortalecer a grupos comunitarios a través de la cultura ambiental, el empoderamiento femenino, bio diversidad y manejo sostenible de los recursos pesqueros.
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Ella es Maestra en Manejo de Zonas Costeras y forma parte de la cooperativa ecoturística Yaalcab Ha, que promueve el cuidado y monitoreo de especies terrestres y acuáticas en el Santuario del Manatí, principalmente en el área de Laguna Guerrero y Raudales, donde también ha participado como impulsora del programa Guardianes Comunitarios, una brigada de ejidatarios y voluntarios que fortalecen la conservación del medio ambiente.
Destacó que, entre los ejidatarios de Calderas Barlovento, La Península, Tollocan, Úrsulo Galván y Laguna Guerrero, se han comprometido a proteger las especies claves, mediante capacitaciones de monitoreo por foto-trampeo, uso de GPS, atención de primeros auxilios e incendios forestales, lo que les llevó a obtener el apoyo del Programa de Pequeñas Donaciones en 20210 del Fondo Para el Medio Ambiente Mundial (FMAM).
“Entre las actividades para realizar era la conservación y seguimiento de fauna silvestre mediante foto trampeo, donde habitantes y ejidatarios participan desde 2018, pero se han agregado cada vez más personas”, resaltó.
Dijo que este trabajo en conjunto en el que también participa el Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de Quintana Roo (Ibanqroo) y el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), entre otros, a logrado implementar el conocimiento que se tiene de la fauna silvestre de la selva quintanarroense.
“A raíz del trabajo que se realiza de foto trampeo nace un grupo de mujeres, Bio Fauntásticas, que se inspiran en la fauna silvestre que tienen cerca como es un jaguar o un tapir”, mencionó sobre el colectivo de mujeres artesanas surgido en la comunidad de Raudales.
Explicó que existe un turismo que se siente atraído por el bajo impacto en la naturaleza y la experiencia cercana entre quienes viven en la región, su historia y costumbres, por lo que el cuidado de la flora y fauna puede tener un impulso económico para esta región.
“Te vas a Raudales y hay canales impresionantes, hay una belleza escénica fascinante, si les vendes (al turismo) esto, además de compartirles lo que hacemos, como conservamos, yo digo que es el camino a seguir sin impactar”, finalizó.