Por Efraín Castro
Chetumal, 3 de abril.- La sanción de la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés) impuesta a México impactará a Unidades de Manejo Ambiental (UMA) en Quintana Roo, principalmente a las que exportan maderas preciosas como los ejidos Caobas y Nohbec o la venta de especies exóticas como el cocodrilo moreletti y el hocofaisán, por lo que el gobierno del estado ya trabaja para conocer la afectación.
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México fue sancionado el pasado 27 de marzo por no hacer lo suficiente para proteger la totoaba, el mamífero marino más amenazado del mundo, y como consecuencia no podrá exportar plantas y animales salvajes que figuran en la lista de la convención CITES; en Quintana Roo se cuenta con registro de 51 Unidades de Manejo Ambiental adscriptas al registro de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
De acuerdo con la titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sede), Karla Almanza, empresarios madereros del sur de Quintana Roo, que exportan maderas nativas a Canadá, se han acercado a externar su preocupación ante esta situación que puede afectar la venta de hasta 29 mil metros cúbicos al año.
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“Ya escalamos a quien corresponde la labor, y se están haciendo las gestiones pertinentes. Recientemente nos reunimos con los empresarios instalados en el Parque Industrial (de Huay Pix), dentro de estos hay un grupo de maderero que ya trabajan en la exportación que nos han externado su inquietud”, dijo.
En tanto, María Luisa Villareal Sonora, ambientalista de Simbiosis S.A. considera que no es la primera vez que la CITES sanciona a México por la falta de acciones para proteger a la vaquita marina, víctima de la pesca ilegal de la totoaba, sin embargo, la situación actual afectará a todo el país, lo que considera “severo”.
“Es importante destacar que estas suspensiones temporales son una medida drástica para presionar a los países a tomar medidas más efectivas para proteger las especies en peligro de extinción y prevenir el comercio ilegal de especies silvestres, ahora se realizó una recomendación de suspender todo el comercio de todas las especies de vida silvestre, que en México son 630”, mencionó.
Explicó que la restricción está mal enfocada, ya que impacta a productores certificados, lo que implica que los compradores puedan desviarse al comercio ilegal de especies, pues es el dinero de estos lo que derivó en la sanción. En este caso no cambia nada para el comercio ilegal de totoaba.
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“Es como con los loros, se prohibió el comercio legal de psitacidos en México, lo único que cambió fue que aumentó el número de especies exóticas que se venden legalmente en México, pero el comercio de loros ilegales sigue sucediendo”, destacó.
Fuentes al interior de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (Sema) dieron a conocer que ya se trabaja en una defensa jurídica por este tema, sin embargo, “es competencia totalmente de la Profefa y Semarnat”.
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