Su nombre y su fama son conocidos mundialmente, hoy en día las nuevas generaciones saben perfectamente quién es este personaje, sus películas siguen siendo programadas frecuentemente en canales de televisión abierta y de cable, su voz como en ”Las Mañanitas” sigue escuchándose y su imagen ha permanecido viva por generaciones.
Han pasado 66 años de la muerte de Pedro Infante en Mérida
Es Pedro Infante Cruz, uno de los iconos de nuestra cultura y un referente en la aviación ya que esta fue una de sus grandes pasiones. El dinero y la fama le permitieron hacerse piloto y tener varios aviones propios, entre los que tuvo dos accidentes, como empresario fue socio mayoritario de la empresa Transportes Aereos Mexicanos -TAMSA-.
Su vida estuvo rodeada de amores que lo llevaron a problemas legales y ser demandado por su primera esposa cuando Pedro ya había celebrado segundas nupcias con la también actriz de origen yucateco, Irma
Dorantes. Esto lo obligó a tener que presentarse ante un juzgado en la Ciudad de México para atender la diligencia y tratar de apaciguar este escándalo, así que la mañana del 15 de abril de 1957 se dispuso a viajar de Merida a la capital del país en uno de los aviones de TAMSA.
Como estaba acordado el avión despegó a las 7:45 horas, de la pista 10 del Aeropuerto Internacional de Mérida, el aparato, un Consolidated Vultee B-24J NT, con matrícula XA-KUN, destinado a transportar carga, llevaba como capitán de la aeronave a Victor Manuel Vidal Lorca, como copiloto a Pedro Infante Cruz y como mecánico a bordo a Marciano Bautista Escárcega.
El viejo bombardero de la Segunda Guerra Mundial iniciaba su ruta con un ascenso muy poco marcado, el vuelo 904 mantuvo rumbo de pista hasta alcanzar trescientos pies (poco más de 100 metros sobre el terreno), entonces comenzó a virar por su izquierda, siguió por unos segundos su reducido régimen de ascenso y de nuevo viró a la izquierda cuando cruzaba 1,000 pies, fue entonces cuando el avión entró en barrena y se estrelló en el cruce de las calles 58 y 95 de Mérida, provocando la muerte instantánea de sus tres tripulantes y dos personas más en tierra.
Víctor Manuel Vidal Lorca era titular de la licencia de Transportes Públicos número 102, dicha licencia tenía vigencia hasta el 12 de julio de 1957, tenía acumuladas 11,389 horas de vuelo. Pedro Infante Cruz, era titular de la licencia de Transportes Públicos número 447. La había renovado el día 2 de abril, y contaba con 2,989 horas de vuelo.
Las investigaciones posteriores determinaron que los pilotos ejecutaron de manera incorrecta los procedimientos de salida al volar a altitudes por debajo de las publicadas y velocidades inferiores al procedimiento estándar. Estos errores se agravaron por el posible mal aseguramiento de la carga, la que pudo recorrerse hacia atrás durante el despegue, haciendo más difíciles las maniobras de control y ascenso. Otras fuentes extraoficiales señalaban que pudieron fallar uno o dos motores, por lo que el pesado avión no ascendió adecuadamente, lo cierto es que ese día el ídolo del pueblo pasó a la inmortalidad, la que hoy en nuestros días sigue vigente.