Chetumal, 5 de julio. En México, la implementación de la tecnología en los procesos electorales lleva 20 años en marcha.
INE probaría urna electrónica en Quintana Roo para el 2024
En este sentido, se han realizado pruebas con la urna electrónica 7.0 durante el pasado proceso electoral en el Estado de México y para ciudadanos de Coahuila en el extranjero, lo cual ha fomentado la participación.
Estos ejercicios han demostrado de manera vinculante que el voto electrónico es posible en México, por lo que se irá introduciendo gradualmente en futuros comicios a nivel nacional.
Hasta ahora, los resultados han sido satisfactorios para el Instituto Nacional Electoral (INE), por lo que se promoverá la adopción de esta tecnología.
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Aunque el voto electrónico no reemplazará completamente al voto tradicional, cumple con los requisitos de ser libre, secreto, personal e intransferible.
Además, cuenta con el respaldo de las autoridades electorales, partidos políticos y tribunales electorales. Sin embargo, se requiere el aval de los ciudadanos para su implementación completa.
Como ejemplo, se reconoce que en Brasil esta transición tomó 20 años, mientras que en la India, con una lista nominal diez veces mayor que la de México, ya se utiliza el voto electrónico.
Katia Castillo Solís, vocal de organización electoral del INE en Quintana Roo, explicó que la urna electrónica 7.0 está compuesta por dos módulos: el módulo de votación y el módulo de impresión, con un peso total de 7.5 kilogramos.
El sistema funciona mediante tarjetas, una para iniciar la operación y otra para que el votante emita su voto. También cuenta con audios que guían tanto a la persona que opera la urna como a los electores.
Una vez utilizada la tarjeta electrónica, esta se bloquea temporalmente para evitar su uso repetido por el mismo votante en la misma casilla.
Las tarjetas electrónicas se otorgarán a los ciudadanos después de verificar su registro en el listado nominal, de manera tradicional.
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Estas tarjetas permiten el acceso al dispositivo para emitir el voto y se utilizan de forma alternada, es decir, mientras una esté en uso, la anterior debe ser devuelta antes de poder ser utilizada nuevamente.
Las urnas no tienen acceso a internet ni a redes privadas que puedan afectar su funcionamiento de manera remota.
Además, se ha incluido una tarjeta de accesibilidad para personas con discapacidad, la cual ofrece opciones auditivas y una plantilla Braille en la pantalla para facilitar el voto de personas con debilidad visual.
Además, se cuenta con un módulo de respaldo de batería con una duración de 8 horas.
El INE estará determinando la posibilidad de que esta tecnología pueda ser en los comicios electorales de Quintana Roo el próximo año.
La implementación de la urna electrónica 7.0 representa un avance significativo en los procesos electorales, brindando mayor eficiencia y opciones de accesibilidad.
A medida que se avance en la cultura y aceptación de esta tecnología, se espera que el voto electrónico se consolide como una alternativa confiable y segura en futuras elecciones en todo el país.
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