Estas deliciosas delicias callejeras se encuentran comúnmente en ferias, tianguis, kermeses y en los alrededores de las iglesias los domingos. Las gorditas de nata son un postre mexicano que, aunque de preparación sencilla y económica, asombra a todos con su inigualable sabor.
¿De dónde proviene esta delicia?
Hay diversas versiones sobre el origen de esta exquisita receta, pero lo que sabemos con certeza es que estas, junto con sus parientes, las gorditas de chicharrón, son de las favoritas de los mexicanos y tienen raíces en la ancestral forma de consumir el maíz en una masa mezclada con ingredientes heredados de los habitantes del México precolombino.
Estas delicias mexicanas tienen su origen en las comunidades purépechas de Michoacán y Guerrero, conocidas como Toqueras. Inicialmente, eran tortillas gruesas elaboradas con maíz, piloncillo y bicarbonato de sodio. En sus inicios, no eran consumidas como postre, sino como acompañamiento de las comidas. Con el tiempo, se añadieron elementos dulces y aromáticos, como la nata.
Hoy en día, estas gorditas son sumamente populares en los estados del centro de la República, como Ciudad de México, Morelos, Estado de México e Hidalgo. Se sabe que han sido consumidas por más de un siglo en estos lugares. En los últimos años, se pueden encontrar en casetas y puestos ambulantes en las principales autopistas de la región central del país, brindando satisfacción y dulzura a los viajeros en su recorrido.
Ingredientes:
– 2 tazas de harina de trigo
– 1 taza de crema de nata (nata líquida espesa)
– 1/2 taza de azúcar
– 1 cucharadita de polvo de hornear
– 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
– 1 pizca de sal
– Aceite vegetal (para freír)
– Azúcar glas (opcional, para espolvorear)
Instrucciones:
- En un tazón grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y la pizca de sal.
- Agrega la crema de nata a la mezcla seca y revuelve hasta obtener una masa homogénea. La masa debe ser suave y manejable, similar a la consistencia de la masa para galletas.
- Cubre la masa con un paño limpio y déjala reposar durante unos 15-20 minutos. Este paso ayudará a que la masa se relaje y sea más fácil de manejar.
- Calienta suficiente aceite vegetal en una sartén a fuego medio-alto para freír las gorditas.
- Divide la masa en porciones del tamaño de una pelota de golf. Forma cada porción en una bola y luego aplástala suavemente para formar una especie de disco grueso. Puedes hacer esto directamente en tus manos o sobre una superficie enharinada.
- Coloca las gorditas en el aceite caliente y fríelas hasta que estén doradas y cocidas por ambos lados. Esto tomará alrededor de 2-3 minutos por lado.
- Una vez que las gorditas estén doradas, retíralas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Si lo deseas, espolvorea las gorditas con azúcar glas mientras aún estén calientes.
- Deja que las gorditas de nata se enfríen un poco antes de servirlas. Puedes disfrutarlas tibias o a temperatura ambiente.
¡Listo! Ahora puedes saborear estas deliciosas gorditas de nata. Son ideales para acompañar con un café o simplemente como un dulce antojo.
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