En el inicio de la cuaresma encareció 10% el kilo de camarón y de pescado cevichero en Cancún, mientras que el resto de los productos de mar mantiene su precio.
Así lo dieron a conocer comerciantes del Mercado 23, uno de los de mayor afluencia en la ciudad.
Aseguran que por cuestiones de economía la tradición de evitar las carnes ya no se respeta con antes.
Esto deriva en que las ventas ya no sean tan elevadas como en años anteriores, además de que las dietas veganas cobran cada vez más popularidad.
“Eso ha ocasionado que los mariscos y pescados ya no se consuman como antaño”, comentó Fernando Solís, encargado de la pescadería Freshco.
Sin embargo, comentó que, con base en experiencias anteriores, durante la Semana Mayor sí hay un incremento de 30% en las ventas.
“Ahora sólo en esos días ya no es como antes, cuando la gente seguía las tradiciones de la religión, ya no nos esperanzamos a eso, vendemos sin esperar grandes ganancias”.
Fernando Solís, vendedor.
Respecto a los precios de los productos de mar, expuso que el kilogramo de camarón cuesta 190 pesos de talla de 51 a 60 centímetros.
Previo a este periodo, el costo era de 180 pesos por kilo y 150 pesos el de tipo coctelero y cocido.
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¿Qué especie prefiere la gente?
En lo que se refiere al pescado que más busca la gente están: el mero, pargo y boquinete, cuyo precio es de 230 pesos por kilogramo.
El que subió de precio es el pescado cevichero que tenía un costo de 150 pesos por kilogramo y hoy día se cobran 30 pesos más.
En lo que respecta al pollo, el encargado de la Pollería Alegre, Pedro Verde, dijo que los precios se han mantenido ya que el kilogramo del producto fresco está en 65 pesos.
El recién matado tiene un valor de 70 pesos, el filete de 160 pesos y el filete fresco, 140 pesos por kilo.
El encargado del local comentó que esperan el crecimiento de 20% en promedio en las ventas durante la Semana Mayor.
Cuaresma ya no es tan respetada
Pedro consideró, al igual que Fernando Solís, que la gente ya prefiere comer huevos, verduras y ensaladas y la Cuaresma ya sólo es un “mito” para los locatarios.
“Antes se respetaba, ahora sólo es un recuerdo; antes los locales de carne de res y cerdo cerraban esos días porque nadie compraba, pero en los últimos años son días normales y venden como cualquier día de la semana”.
Fernando Solís, locatario.
Por su parte, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) colocó preciadores en algunos locales, como en el caso de las pollerías y venta de carne de res y cerdo.
Esto, con el fin de que los compradores estén bien informados antes de decidir la compra de algún producto, lo que por ley se especifica.
Además, durante todo el periodo de cuaresma, la Profeco realiza verificaciones para asegurarse que los costos se mantengan a la vista del público.
En caso de tener alguna queja por sobreprecios, es la instancia donde el consumidor puede acudir para expresar su inconformidad.