Foto ilustrativa de acciones de reforestación en Cancún.
Se plantan árboles, se toman fotos y no se les da el cuidado necesario para su correcto desarrollo, comentan ambientalistas. Credit: Cortesía. / 24 HQR

Quintana Roo es de los estados con mayor rezago del país en establecer los programas de campaña de arborización; no existen planes de acción para, al menos, revertir la deforestación, según la Asociación Mexicana de Arboricultura en el Sureste de México (AMAS). 

Rafael Reynoso Valdez, delegado de la AMAS, afirmó que sólo “nos acordamos el Día del Árbol (segundo jueves de julio) y luego de que se siembran, no hay un plan de manejo posterior a la plantación”.

“Es muy difícil, a diferencia de Yucatán que está en uno de los primeros lugares de arborización y permanentemente hacen campañas de reforestación”.

“Ahí, cada desarrollo tiene la obligación de meter árboles y no palmeritas como se hace en nuestra entidad”.

“El principal problema es la indiferencia de las autoridades y de diversas organizaciones ambientalistas que pudieran tomar el interés en este asunto”.

Rafael Reynoso Valdez, AMAS.

Dijo la asociación a la que pertenece no puede toar puertas para esperar que las autoridades tomen cartas en el asunto.

Además, aseguró que tanto a nivel municipal como estatal, es mucha la indiferencia “y más ahora que están en campaña. Si hacen algún sembrado de árboles sólo es para la foto”.

Área de deforestación

Laura Patiño Esquivel, presidenta de la asociación Moce Yax Cuxtal, en una entrevista para un periódico local, a principios del mes, aseguró que el área deforestada de las zonas que intervienen con reforestaciones supera en más de cuatro veces el espacio que restauran.

“Solo están para apariencias y decir que sí cumplen, cuando deberían estar bien surtidos y obligar a los desarrolladores a rescatar plantas y árboles, y llevarlos a estos viveros para que sean usados en campañas de reforestación, pero no se hace”.

Laura Patiño Esquivel.

Sobre los viveros municipales, Reynoso Valdez precisó que ya no están habilitados como debiera ser.

Mejores cuidados

Las principales avenidas de Cancún y de Playa del Carmen necesitan reforestación.

En el municipio de Solidaridad, cuatro meses atrás se hizo una campaña para la restauración vegetal sobre el camellón central de la carretera federal, en el que se pusieron palmas reales, árboles grandes y de ornato.

Fueron alrededor de 400 ejemplares y actualmente más de la mitad se están secando porque no hacen el riego adecuado, explicó Rafael Reynoso Valdez.

Todo esto contribuye al aumento de las temperaturas, la deforestación influye porque los árboles colaboran para bajar la temperatura.

Asimismo, al cambio climático, aunado a que cada vez hay más planchas de cemento por las construcciones; los desarrolladores de inmobiliarias, hoteles y centros comerciales por Ley tienen que dejar los árboles que ya tienen buena altura para dar sombra natural.

Sin embargo, dijo, no lo hacen, pues están acostumbrados a desmontar todo porque es más barato y consiguen los permisos de manera irregular.

Más acciones

“La dirección de Ecología y Medio Ambiente debería mandar a marcar la zona de los árboles que deberían quedar para que el sitio no sea una celda de calor, pero no ejercen su función”, reiteró.

La Ley de Conservación, Mantenimiento, Protección y Desarrollo del Arbolado Urbano en Quintana Roo, tiene por objetivo garantizar la conservación, mantenimiento, protección y desarrollo de los árboles y áreas arboladas urbanas.

Su objetivo es con el fin de lograr un equilibrio ecológico propicio para el sano desarrollo de los habitantes de zonas urbanas del Estado.

Son sujetos a las disposiciones de esta Ley, todos aquellos que intervengan o deban intervenir de cualquier forma en actividades relacionadas con la conservación, mantenimiento, protección, desarrollo, recuperación, restauración, fomento, aprovechamiento y planeación de áreas arboladas en el estado; así como en la prestación de los servicios relacionados a estas actividades.

Finalmente, cabe señalar que los árboles que colocan las diversas asociaciones, por su tamaño tardan de cinco a 10 años en dar todo su beneficio ambiental.

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