El uso excesivo de dispositivos como celulares, tabletas, computadoras y televisores se ha convertido en una parte integral de la vida cotidiana en todo el mundo. En México, según el INEGI, hay 4.05 millones de viviendas con consolas de juego, 30.8 millones con acceso a celulares y 18.3 millones con conexión a internet. Sin embargo, el uso prolongado de estos dispositivos puede tener efectos perjudiciales, especialmente en los más jóvenes.
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Posible adicción a los dispositivos
Mariana Viruega, especialista en el tema, comenta que aunque el Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales solo reconoce el juego patológico y el trastorno de juego por internet como trastornos adictivos, la Clasificación Internacional de Enfermedades incluye el trastorno por uso de videojuegos. Esto indica que la cantidad de tiempo dedicada a estas actividades es crucial para distinguir entre un uso saludable y uno problemático.
Viruega destaca la importancia de monitorear los hitos de desarrollo en niños y adolescentes para identificar posibles trastornos. Señala que los excesos conductuales pueden estar relacionados con factores como prácticas de crianza inadecuadas o modelos de comportamiento excesivos.
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Consecuencias a Largo Plazo
Uno de los principales problemas derivados del uso excesivo de dispositivos es la alteración del sueño en los menores. La niñez es una etapa crucial para el neurodesarrollo, que requiere entre 10 y 12 horas de sueño. La exposición prolongada a pantallas puede dificultar que los niños se duerman, afectando procesos importantes como la liberación de la hormona del crecimiento.
Otras consecuencias incluyen la baja en el rendimiento académico, obesidad, sedentarismo, y problemas emocionales como culpa, enojo, depresión y ansiedad. Viruega subraya la necesidad de un uso equilibrado de los dispositivos y el acompañamiento de los padres para lograrlo.
Impacto de la Luz de las Pantallas
Hugo Sánchez Castillo, investigador de la UNAM, afirma que la luz de las pantallas puede afectar el sistema nervioso de los menores, alterando la producción de hormonas y el ritmo circadiano. La exposición continua a la luz artificial puede disminuir los niveles de melatonina, trastornando los horarios de sueño y aumentando el estrés al elevar los niveles de cortisol.
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Recomendaciones para los Padres
Para mitigar estos efectos, es crucial que los padres conozcan a fondo a sus hijos y monitoreen su uso de dispositivos. Esto les permitirá detectar cualquier anomalía en el desarrollo o conducta, y abordar problemas antes de que se agraven. Un equilibrio en el uso de dispositivos digitales, acompañado de actividades físicas y recreativas, es esencial para el bienestar de los niños y adolescentes.