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Los productores cañeros de Quintana Roo mantienen alrededor de 200 mil toneladas de caña varadas en el campo, sin poder someterlas al proceso de zafra debido a las intensas lluvias de las últimas semanas.

Evaristo Gómez Díaz, presidente de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar (ULPCA), señaló la necesidad de esperar a que se den las condiciones adecuadas para retomar los trabajos.

Las lluvias, esperadas con ansias tras una intensa sequía durante marzo, abril y mayo, han causado interrupciones en la cosecha.

“Las lluvias eran necesarias, pero su intensidad ha causado que el proceso de cosecha se detenga. Desde principios de junio teníamos proyectado concluir el ciclo de zafra 2023-2024, pero ahora estamos enfrentando un retraso considerable”.

Evaristo Gómez Díaz, ULPCA.

Zafra, atrasada

El ciclo de este año inició el 3 de noviembre de 2023 y concluiría el 30 de mayo de este año, pero como todavía quedaba mucha caña por cosechar; se fue ampliando el periodo.

Sin embargo, la inesperada pausa ha generado incertidumbre entre los productores que ya habían planeado las actividades de cosecha, molienda y producción de azúcar.

Incluso, ya tenían retrasos y problemas para alcanzar la meta de producción. 

En entrevistas dadas a medios locales antes del temporal, Benjamín Gutiérrez Reyes presidente de la Asociación de Productores Cañeros A.C, detalló que se había llevado a molienda alrededor de 1 millón 477 mil toneladas.

Esta cifra estaba por debajo del millón 670 mil que proyectadas para este ciclo, por lo que las 200 mil toneladas que están varadas y en riesgo por las anegaciones serían la diferencia para alcanzar la meta.

El líder de la ULPCA mencionó que se mantienen a la espera de una tregua de las precipitaciones para poder retomar los trabajos.

“Estamos listos para continuar con la cosecha en cuanto las condiciones lo permitan”.

“Hay total disposición de los productores, agrupaciones sindicales y los industriales involucrados en el proceso”, aseguró.

Riesgoso

Actualmente, los caminos saca cosecha están anegados, lo que torna arriesgado poner a operar el recurso humano y la maquinaria disponible.

“En estas condiciones, es demasiado peligroso para los trabajadores y podría causar daños a la maquinaria. Sólo nos queda esperar que las lluvias disminuyan”, puntualizó Gómez Díaz.

La situación genera preocupación entre los productores, quienes temen que el prolongado retraso pueda afectar la calidad y el rendimiento de la caña de azúcar.

A pesar de los contratiempos, los cañeros de Quintana Roo siguen comprometidos con la producción y confían en que las condiciones mejorarán pronto para finalizar la cosecha de manera exitosa.

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