Una cosa es el obradorismo y otra el morenismo. Además, hay una brecha de congruencia entre el movimiento nacional y en los estados. En lo nacional, el morenismo-obradorismo en busca del Plan C, arrastró mucha basura prianista, adicional a la que ya tenía con los verdes y similares.

Además, al interior del morenismo, hay fundadores “puros” como les gusta llamarse, que actúan igual o peor que la corrupción del viejo régimen que se mimetiza en Morena. Tanto en fundadores como en arribistas, sin embargo, hay raras excepciones. Así de confusa y engañosa es la política que nos tocó vivir.

El caso Aldana

En Quintana Roo hay un morenista “puro” que se llama Humberto Aldana Navarro. No ha militado en otro partido más que en Morena y ha sido su presidente estatal. Sin embargo, en su corta vida política, lo persigue la incongruencia, es decir, políticamente nació fallado. Veamos.

Los fideicomisos del Poder Judicial

En agosto y diciembre de 2023 hizo aprobar de manera “unánime” dos reformas constitucionales que van en contra de los vientos de la transformación que predica en las mañaneras, un día sí y otro también, Andrés Manuel López Obrador, a quien Aldana debe sus votos como diputado local plurinominal.

También le debe a la ola obradorista la diputación federal, a la que llegó colgado también de la experimentada Mildred Ávila Vera, con quien hizo campaña al alimón, después de gobernar en mancuerna la XVII Legislatura.

Las dos reformas constitucionales otorgaron un cheque en blanco a Heyden Cebada Rivas, como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) para crear fideicomisos, operarlos y usufructuarlos, sin rendir cuentas a nadie más que a él mismo, además de aumentar los años de las magistraturas, lo que le garantizaría vigencia hasta 2034; bajo su jurisdicción estarán las sucesiones en la gubernatura de 2027 y 2033, a menos que haya reforma al Poder Judicial estatal.

El supermagistrado Heyden opera los fideicomisos en su calidad de presidente del Consejo de la Judicatura (CJ) y sólo rinde cuentas al Pleno del TSJE, ojo: que preside ¡él mismo!

Exactamente lo que el obradorismo tiene como punto principal de la transformación al Poder Judicial federal, en Quintana Roo marcha en sentido contrario, al darle amplias facultades al ex notario y ahora magistrado de oro, el verde Heyden Cebada, quien además, se auto alargó su periodo magistral con una XVII Legislatura sometida, bajo el mando de Aldana.

Cafetería en lugar de la estatua de Andrés Quintana Roo

Otro dato: la cafetería del Congreso del estado, proyecto de Humberto Aldana-Mildred Ávila, aprobado en lo oscurito, desde el escritorio, sin que pasara por comisión alguna, mucho menos por el Pleno y a espaldas del pueblo.

Es decir, una decisión meramente administrativa, sin reparar en el calado social del asunto, ya que impacta un patrimonio histórico-cultural y destruye una parte tangible fundamental en la identidad cultural del quintanarroísmo.

La inconformidad social no se dejó esperar, demostrando capacidad organizativa y mediática.

La sociedad, que no se tomó en cuenta, tuvo que recurrir al Poder Judicial federal para que le hicieran caso, ya que en el estado ninguna autoridad 4T le puso freno al despropósito de Aldana-Ávila, al emprender un proyecto que si no suena lógico, suena metálico. Un ejemplo de la brecha de la 4T en Quintana Roo. Usted tiene la última palabra.

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