La medicina tradicional debe ser conservada, afirman expertos.
Plantas silvestres, algunas comestibles y medicinales, son utilizadas para hacer un té, una curación o aliviar una dolencia. Credit: Licety Díaz / 24 HQR

Las propiedades y beneficios de las plantas medicinales para curar o aliviar enfermedades han pasado de generación en generación dentro de la comunidad maya de Quintana Roo; en la actualidad la herbolaria, también conocida como medicina natural, tiene tanto profesionales de la salud moderna a su favor como detractores, quienes aún se cuestionan en torno al sustento científico de la medicina alternativa.

Pero mientras estas opiniones divididas llevan a un sinnúmero de debates infructuosos, hay familias y hasta comunidades del estado que han hecho de la herbolaria y la medicina tradicional su modo de vida, al grado que se consideran defensores de este conocimiento milenario, el cual cuenta incluso con el apoyo del Gobierno federal, a pesar de que ningún quintanarroense figura en la lista de los 753 médicos tradicionales de la Secretaría de Salud federal.

Medicina tradicional, patrimonio cultural

Por la sangre de María Pech Poot corre la tradición herbolaria que a lo largo de las generaciones se ha ido enriqueciendo. En su huerto y jardín en la comunidad de Nuevo Durango, Lázaro Cárdenas, cultiva plantas medicinales para tratar y prevenir diversas dolencias.

“Mi abuelita fue partera y cocinera tradicional, mi mamá aprendió de ella y a su vez yo de ella, desde cero. Aprendí incluso a sobar, si se tiene mucho aire en el estómago sé preparar un té a base de órgano, manzanilla, es una tradición que sigue en el pueblo”, comentó.

Originaria del poblado Cuncunul, Yucatán, desde que se casó lleva 38 años viviendo en Quintana Roo y en su huerto tiene cultivos de ruda, albahaca, orégano de Castilla, éste último lo asa y le saca un jugo, que recolecta con un algodón y alivia el dolor de oído. Compartiendo más de su experiencia con las hierbas medicinales, comenta que si uno viene del sol y está acalorado lo que se necesita es tomar un té de hojas frescas de naranja.

Nuevo Durango es un poblado con mucha tradición en el cultivo de plantas medicinales, es común ver sembradíos en los patios de las casas, “para todo tenemos, cuando el bebé empieza a sudar frío y pegajoso y decimos que se pasmó, se pone un manojo de hojas de yuca a hervir y eso se le echa encima para que se alivie”, describe.

Pech Poot es madre de seis hijos y a ellos les enseña sus conocimientos, aunque hoy en día la mayoría de las personas prefieren ir a la farmacia o ir al doctor a que le recete una pastilla para alguna dolencia, en otros casos existen remedios naturales caseros para los dolores.

Plantaciones todo el año

Puso de ejemplo que cuando hay vómito y diarrea, se agarra un gajito de ruda, hojas de lima y de naranja, se macera, se pone a hervir en agua, se cuela y se toma.

Ella se dedica a cultivar cúrcuma, jengibre, zacate de limón, orégano, insulina natural (muicle), epazote, y vende las plantas a 25 y 30 pesos. Para tener plantaciones todo el año combate las plagas con las hojas de huachim (o guaje), una planta que se da bastante en la región, la cual sirve como abono orgánico, biofertilizante para el chile habanero, el tomate, “temprano en la mañana con molino de mano lo molemos, le echamos agua y en la tarde cuando cae el sol se aplica a las plantas”, comenta. Para los hongos utiliza caldo de ceniza de leña, se agarra un kilo y se remoja en diez litros de agua y se le echa al plantío.

Centro de ecoturismo

En su opinión las nuevas generaciones tienen poco interés en aprender estas tradiciones ancestrales, se distraen más con la tecnología, por suerte para ella dos de sus hijos la siguen mucho porque les apasiona lo que hace su madre, “me preguntan y me dicen qué estoy haciendo y yo les explico”.

Dio a conocer que “en la comunidad hay un centro de ecoturismo comunitario y en esta temporada de verano llega mucho turismo de Estados Unidos, Canadá, España y mexicanos, soy una de las que se encarga de hacer cocina tradicional para los que llegan a visitarnos si alguno le llega a caer pesada la comida por ejemplo, con la pepita y con tomate asado le hacemos remedio casero como té de guayaba y hasta te dicen que les cayó de maravilla”.

Para ella los conocimientos de herbolaria no se deben olvidar, es sabiduría ancestral de nuestros antepasados, la cual debe trascender.

Ecohuerto, una opción de la medicina tradicional

El proyecto lleva 14 años, pero luego de la pandemia quedó algo estancado, hace un año que se retomó y se involucra no sólo a los profesores sino a los alumnos de la casa de estudios, aquellos que tengan amor por su tierra para que hagan su servicio social y la respuesta ha sido muy positiva, dijo Salvador Luna Vargas, profesor del departamento de Turismo Sustentable de la Universidad del Caribe (Unicaribe) y encargado del Ecohuerto.

Con una extensión de 200 metros y dividido por secciones, se puede apreciar la parcela de la milpa, plantas medicinales como hoja santa, muicle, epazote y oréganos que se usan para los alimentos, árboles frutales como plátanos, huaya, papaya, tamarindo y maderables como el cedro, “aquí los estudiantes aprenden de los beneficios de lo que cultivan, conocen de las especies, hacen composta y cómo se cosecha, es crear conciencia en las nuevas generaciones de una alimentación y cómo ser menos dependiente de los supermercados”, expone.

“Hoy más que nunca es importante el papel de los Ecohuertos, la tecnología nos ha alejado mucho de nuestra esencia: la tierra. Es una manera de acercarnos a nuestros orígenes, saber que todos los alimentos que consumimos tienen un inicio y un trabajo y para nuestra región es muy viable y en Quintana Roo es uno de los temas que menos se abarcan, sólo nos enfocamos en la cuestión del turismo y el servicio, las actividades primarias están olvidadas y es importante volver a conectar con la naturaleza”, aseveró.

Plantas silvestres

La comunidad ciudadana también se suma al Ecohuerto, Yaneth Real lleva 10 años trabajando en el proyecto de medicina tradicional, sobre todo en las plantas silvestres, comestibles y medicinales, le transmite por medio de talleres a los chicos sus conocimientos sobre hierbas que pueden utilizar para hacerse un té, una curación o muchas que son comestibles y medicinales, al mismo tiempo que continúa tomando más talleres e investigaciones y muchas pruebas antes de recomendar alguna.

“Muchos estudiantes nos sorprenden con sus tareas, parece que no prestan atención, pero realmente sí aprenden”, concluyó.

México es uno de los países más ricos en biodiversidad por la cantidad de plantas medicinales que posee. Se estima que alrededor de 25 mil especies de plantas crecen en el territorio, muchas de las cuales tienen propiedades medicinales documentadas. Se han identificado más de cuatro mil especies de plantas medicinales propias, lo que destaca la importancia y la riqueza de la herbolaria en este país en cuando a medicina tradicional.

Apoyo gubernamental

El Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), realiza acciones para promover la medicina tradicional en comunidades indígenas y afromexicanas del país.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, los sistemas comunitarios de salud registran a 753 médicos tradicionales con base de conocimientos en especialidades como sobadores, hueseros, hierberos, curanderos y parteras voluntarias.

Esta iniciativa federal a favor de la sabiduría medicinal ancestral Quintana Roo no se encuentra, en cambio sí se implementa en pueblos de Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Morelos, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Veracruz.

Vigilancia sobre productos milagros

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) realiza visitas de verificación a establecimientos que comercializan suplementos alimenticios y remedios herbolarios que pretender medicina tradicional con la finalidad de verificar el cumplimiento del marco normativo del etiquetado y la publicidad de los productos, dijo Amílcar Israel García Lorenzo, coordinador de la Cofepris zona norte. 

En 2023 realizaron 45 visitas, de las cuales 14 negocios incurrieron en anomalías y en lo que va de este 2024 llevan 21 visitas realizadas y en cinco establecimientos han detectado irregularidades.

“Los productos que venden la mayoría son de importación y vienen etiquetados en otro idioma y no cumplen los requisitos totales de acuerdo a lo que marca el reglamento de control sanitario de productos y servicios de la Ley General de Salud en materia de publicidad”, comentó.

Procedimiento

Para ello aplican medidas de seguridad, García Lorenzo explicó que si detectan productos que no cuentan con esas condiciones lo que hacen es asegurar el producto, lo sellan para que posteriormente el dueño del comercio le dé seguimiento a la visita de verificación y haga las correcciones y en ocasiones han tenido que recurrir a la destrucción del producto porque no cuenta con lo indispensable con lo que dice la marca.

El usuario tiene cinco días para presentarse a la dependencia y llevar toda la documentación y si cumplen con los requisitos, se le retira la suspensión temporal y se realizan visitas posteriores de monitoreo, en el caso que no cumplan, el procedimiento culmina en una multa económica. La sanción por etiquetado va de cuatro mil hasta seis mil UMAs (Unidades de Medida y Actualización), en el caso de productos caducados va de seis mil a 12 UMAs, por publicidad engañosa se castiga de dos mil a cuatro mil UMAs.

Alerta ante remedios

A nivel nacional el Comisionado ha emitido alerta en el uso o consumo de remedios herbolarios que pretenden suplir la medicina tradicional al mismo tiempo que medicamentos, los cuales deben ser supervisados por personal profesional de la salud, ya que su uso inadecuado puede representar un riesgo, incluso emite alerta para denuncia sanitaria.

Cofepris exhorta a las personas a no adquirir, consumir, ni recomendar remedios herbolarios o suplementos alimenticios que sean publicitados o promovidos con cualidades exageradas. Esto incluye la atribución de efectos terapéuticos, presentándolo como una solución definitiva en el tratamiento preventivo o de rehabilitación de una determinada enfermedad y exhibiendo información que confunde en cuanto a su composición, origen y efectos, entre otros.

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