La degradación del Poder Judicial de Quintana Roo atraviesa por un momento de especial gravedad, a partir de la llegada a la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJE) y del Consejo de la Judicatura (CJ) del notario con licencia Heyden Cebada Rivas.

Sin carrera judicial y con antecedentes controversiales, en pocos meses logró doblegar a la XVII Legislatura, al ganarle una controversia constitucional para evitar someterse a la política de austeridad republicana que impulsó el Ejecutivo y aprobó el Legislativo en 2023.

Con una guerra de amparos, el ex notario, con marcada cercanía al Partido Verde, obligó al Poder Judicial a revocar la Ley aprobada para obtener un mayor presupuesto al que ya se le había adjudicado, porque “El Poder Judicial no se toca”.

Fideicomisos opacos

Después de haber doblegado al Poder Legislativo, Heyden lo sometió dos veces más. En agosto y diciembre del 2023, envió sendas iniciativas de reforma constitucional, que los agachados diputados y diputadas de la 4T le aprobaron por “unanimidad” y en fast track, para crear y operar fideicomisos sin más rendición de cuentas que a él mismo. 

Actualmente, no se conoce cuántos fideicomisos son, a cuánto ascienden sus fondos, origen de los recursos y formas de operación, ya que él los opera en su calidad de presidente de la Judicatura y se rinde cuentas a sí mismo como presidente del pleno del TSJE.

Presidente magistrado hasta 2024

Con la otra reforma Constitucional, amplió los periodos de las magistradas y magistrados para estar en el cargo 15 años, por lo que él mismo estaría en la presidencia del Poder Judicial hasta el 2034 e incluso hasta 2037, por lo que estaría bajo su jurisdicción las dos sucesiones gubernamentales de 2027 y de 2033.

Juez y parte

En Quintana Roo tenemos un presidente del Poder Judicial envuelto en presuntos casos de adulterios y relaciones pasionales, que ya debería ser motivo para que el Poder Judicial lo llame a cuentas e, incluso, le retire de su cargo, mientras se resuelve el caso judicial en que él mismo está involucrado y que, al contrario, él mismo está juzgando, y mantiene hoy en la cárcel a un posible preso y enemigo político.

Sean o no ciertas las acusaciones contra Heyden Cebada, el caso es que quedó en evidencia el talante moral de quien encarna la justicia, quien debe separarse o ser separado del cargo hasta que se esclarezca.

Y no tener que esperar la reforma al Poder Judicial que se aprobará en septiembre por el Congreso de la Unión y entonces sí, sea separado de su cargo, a menos que se postule para seguir ocupándolo y gane las elecciones, con el respaldo de su Partido Verde. No cabe duda que el Poder Judicial de Quintana Roo está más podrido que el Federal. Usted tiene la última palabra.

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