Cancún: La esencia de una ciudad joven
Soy vecino de Cancún desde hace muchos años y director de Distrito Cancún, trabajando de la mano antes con | Lezama, ahora gobernadora, y con nuestra presidenta Ana Paty Peralta en todos los proyectos estratégicos para la revitalización del centro de nuestra ciudad.
Situémonos en el contexto de en qué ciudad estamos: Estamos en una ciudad que nació hace sólo 54 años, planeada por un par de arquitectos, Agustín y Enrique Landa, con ideas innovadoras como las supermanzanas, los retornos, todo este plan maestro que tenía la zona fundacional, la zona hotelera, que es el gran motor económico de nuestra ciudad.
Los valores urbanos que nos definen
Esos valores urbanos que tiene esta ciudad, que plasmaron en planos y que construyeron posteriormente dentro de la zona fundacional, tienen valores urbanos por los que hoy otras ciudades del mundo están cambiando políticas públicas para tenerlos.
Es decir, hace poco anunciaba Barcelona que empezaban a implementar el gran concepto innovador de las supermanzanas; nosotros las tenemos desde 1970.
París anunciaba que está en búsqueda de hacer que la ciudad sea lo que llamamos una ciudad de 15 minutos; o sea, que puedas ir al trabajo, a la escuela y al parque en sólo 15 minutos de desplazamiento.
Esa es nuestra zona fundacional, esas son nuestras supermanzanas; las primeras 16, junto con la zona hotelera planteaban un modelo de vivienda con una traza urbana de supermanzanas que permiten a la gente tener parques cerca de su casa, áreas verdes, árboles, andadores peatonales que conecten todos estos espacios, los centros o los corazones de las supermanzanas como espacios públicos, ya sea infraestructura educativa, deportiva, cultural o simplemente un parque para recrearse, divertirse y estar en familia.
Es decir, la idea de Cancún en un inicio son estas supermanzanas con una perspectiva social, de generar comunidad, de fortalecerla con parques.
La ciudad que fuimos y la que podemos ser
Hoy vemos, con negligencia de gobiernos anteriores, el permiso de hacer ciertas zonas de nuestra ciudad con valores urbanos que van contrario a lo humano, que hablan de hacinamiento, planchas de concreto, sin parques, sin árboles, sin cercanía, ya no digamos espacios públicos o infraestructura educativa, social o cultural, sino aislados de la ciudad en términos incluso de transporte público.
Es como si tuviéramos a una parte de Cancún secuestrada en una zona de la ciudad, especialmente a los niños, niñas y jóvenes. La reflexión es: ¿Por qué si empezamos tan bien con un planteamiento de supermanzanas, de andadores, parques, con escuelas públicas al centro, de comunidad y de conexión, crecimos así? Y ahora ¿qué valores tenemos que tomar hoy? No es 1970, es 2024 pero ¿qué podemos tomar de ese primer planteamiento y hacerlo hoy? Si las demás ciudades del mundo lo están haciendo, ¿por qué nosotros no?
El renacer de una avenida emblemática en Cancún
Entonces, ¿con qué inicia esta travesía? Bueno, yo, hace casi 10 años, en un esfuerzo ciudadano de revitalizar la avenida Nader con una asociación civil que llamamos Ruta Nader, pasamos de una avenida de siete negocios a una de casi 40 galerías, tiendas de ropa, restaurantes, propuestas de chefs o de emprendedores cancunenses, jóvenes e innovadores.
Y así es como empecé. Después, haciendo murales, empecé a hacer festivales de arte desde el 2016, hicimos el primero en la Supermanzana 3 y así nos hemos seguido en varias partes de la ciudad, especialmente en la zona fundacional… mucho trabajo en la Donceles.
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La lección de mi abuela: Barrer la banqueta y más allá
A mí mi abuela me enseñó que donde viva uno tiene que barrer su banqueta. Entonces, para mí barrer la banqueta es barrer la de tu casa y la de los dos vecinos de al lado pues, ¿por qué no? Pero hacer más. Cómo transformamos el parque, la calle, cómo mejoramos la calidad de vida no solamente de uno y de su familia, sino de toda tu comunidad, de toda tu supermanzana en este caso, o de todo Cancún.
Hacia un futuro compartido
La verdad es que es la intención, mejorar la calidad de vida del millón de cancunenses que somos, con estrategias puntuales, urbanas, arquitectónicas y de diseño, creativas, eficientes e innovadoras.
Si vamos a sanar Cancún, pues empecemos del corazón, y el corazón es donde inició todo, que es la zona fundacional, no sólo en términos históricos, sino también en términos urbanos. Si ahí lo hicimos bien, recuperemos esos valores, esos andadores, esos parques; recuperémoslos, tomémoslos otra vez, porque los necesitamos y también para ponerlos de ejemplo y replicarlos en otras partes de la ciudad.