El llamado a la unidad de Claudia Sheinbaum Pardo y Andrés Manuel López Obrador, es el mensaje que dominó en el VII Congreso Nacional de Morena. La Presidenta electa lo pronunció y el Presidente en funciones lo envió a través de Alfonso Durazo Montaño, presidente del Consejo Nacional.

López Obrador recalcó al cónclave morenista: “Mantengan la unidad, la humildad, fortalezcan la hermandad, la honestidad y la institucionalidad en el partido. Eviten la prepotencia, la búsqueda del poder por el poder, el nepotismo”.

El fantasma del divisionismo también fue abordado por Mario Delgado y Citlalli Hernández; es el talón de Aquiles de los partidos, que terminan secuestrados por una tribu interna o se vuelven partidos de Estado.

¿Morena implosionará?

La implosión de Morena es un fenómeno que sucederá tarde o temprano; la cuestión es cuándo.

El PRD sobrevivió 35 años (1989-2024). Tuvo una vida fructífera y contribuyó de manera notable al avance democrático de México: evitó la imposición del bipartidismo PRI-PAN, tipo estadounidense, con apoyo de la oligarquía beneficiaria del modelo neoliberal.

El PRD logró construir la tercera vía mexicana y favoreció la llegada de la cuarta transformación abanderada por López Obrador en 2018. En los últimos años, el PRD perdió la brújula ideológica, fue fagocitado por las tribus internas; abandonaron las causas originarias y fue secuestrado por intereses personales y tribales. Es decir, el PRD implosionó.

Es el fantasma que persigue a Morena y lo perseguirá en esta nueva etapa; en medio de amenazas y riesgos por tanta basura política que se ha adherido al proyecto ganador, que ahora navegará sin su fundador, quien en apariencia, se retirará de la vida política. Veremos.

La Presidenta electa Claudia Sheinbaum, expuso un decálogo de conducta a la dirigencia de Morena, a representantes legislativos y gobernantes que llegaron con camiseta color guinda, pero con corazón de otros colores y, en muchos casos, sin colores, pero con intereses.

El Decálogo de Claudia:

  1. Evitar la división interna.
  2. Comportarse con honestidad y sencillez; no a la parafernalia del poder, no a la corrupción, ni a la ambición del poder y el dinero.
  3. No al amiguismo ni al despotismo.
  4. No convertirse en partido de Estado.
  5. Reforzar el Instituto de Formación Política.
  6. Mantener la movilización social.
  7. Mantener la elección de candidatos.
  8. Mantener la austeridad a gobiernos de Morena.
  9. Evitar la colusión con la delincuencia organizada.
  10. Evitar el clasismo y el machismo.

Luisa María Alcalde Luján, elegida presidenta nacional de Morena, en un proceso que careció de democracia partidista; fue impuesta desde la cúpula 4T, al igual que Andrés Manuel López Beltrán en la Secretaría de Organización y Carolina Rangel Gracida en la Secretaría General.

“Quienes creen que Morena no será nada sin AMLO, se equivocarán”, afirmó en su primer discurso como presidenta, enfocado a construir partido. ¿O será un partido de Estado? Transición interesante, en la que Morena puede tener larga vida, sin embargo, el camino estará minado de intereses de la gran cantidad de sacos de pus de la mala política que se han subido al proyecto ganador morenista.

El discurso de Luisa María, será tema de una siguiente entrega. Usted tiene la última palabra.

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