El líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, murió el viernes 27 en un bombardeo israelí cerca de Beirut, según confirmó el propio grupo islamista libanés el sábado.
Este acontecimiento representa un duro golpe para el movimiento chiita proiraní y ha generado una ola de condenas en la región, además de advertencias de represalias contra Israel.
Celebran muerte de Hasán Nasralá
Las autoridades israelíes celebraron la muerte de Nasralá como una victoria significativa.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, declaró que se trata de un “punto de inflexión histórico” en la lucha contra sus enemigos en la región.
“Hemos saldado cuentas con el responsable de la muerte de muchos israelíes y ciudadanos de otros países”, añadió Netanyahu, asegurando que Israel continuará “golpeando” a sus adversarios.
🔴Así fue documentado el ataque israelí contra residencial en los suburbios de Beirut, donde se hallaba la sede central del grupo chií libanés Hezbolá.
— 24HorasQRoo (@24HorasQR) September 29, 2024
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Repercusiones en Líbano y Medio Oriente
La desaparición de Nasralá, considerado el hombre más poderoso de Líbano, podría desestabilizar aún más la región, que ya enfrenta grandes tensiones.
La guerra en Gaza, que estalló en 2023 entre Israel y Hamás, mantiene su impacto en las relaciones entre los actores regionales.
Tras la muerte del líder, Hezbolá prometió seguir luchando contra lo que denomina la “agresión israelí”.
El Ministerio de Salud libanés informó que los bombardeos israelíes han dejado hasta el momento 33 muertos y 195 heridos, mientras que Israel confirmó la eliminación de otros dirigentes de Hezbolá en la operación “Nuevo orden”.
Entre las víctimas se encuentra Ali Karaké, comandante del frente sur de Hezbolá, y Abbas Nilforoushan, alto mando de los Guardianes de la Revolución de Irán.
Reacciones internacionales a muerte del líder de Hezbolá
La muerte de Nasralá ha provocado reacciones mixtas en la comunidad internacional.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó su asesinato como “una medida de justicia” por las numerosas víctimas que dejó, incluyendo civiles estadounidenses, israelíes y libaneses. Sin embargo, también instó a un alto el fuego en la región.
Por otro lado, Irán, aliado de Hezbolá, declaró tres días de luto nacional y advirtió sobre la “destrucción” de Israel como consecuencia de la muerte de su aliado clave en Líbano.
Un éxodo masivo en curso
Los bombardeos israelíes en Líbano han provocado un éxodo masivo. Según la ONU, más de 50,000 personas han huido hacia Siria, mientras que más de 200,000 han sido desplazadas dentro del propio Líbano.
La comunidad internacional, liderada por el secretario general de la ONU, António Guterres, ha llamado a detener el “ciclo de violencia”, mientras que varios países europeos han recomendado evitar el espacio aéreo de Líbano e Israel.