Lizbeth Ramos es una sobreviviente del cáncer de mama, su batalla comenzó el 20 de agosto de 2019 al detectarse una bolita en su seno derecho, la cual resultó ser un nódulo de cinco centímetros. Aquí te presentamos su testimonio de vida.
En primera instancia pensó que era algo hormonal, porque en su familia no había personas con cáncer y supuso que no era vulnerable a ese padecimiento.
TE PUEDE INTERESAR:
Testimonio de vida: La incertidumbre
“Mi trabajo era de mucho estrés, comía a destiempo, era sedentaria y me desvelaba mucho, así era mi estilo de vida”, dijo.
“Siempre había campañas para esa enfermedad y nunca me había hecho una mastografía por miedo a sufrir el proceso, que es algo doloroso”, agregó.
Sin embargo, “le comenté a mi esposo lo que me sucedía y me llevó a hacerme los estudios y al darme los resultados me dijeron que tenía que hacerme otros estudios, pero a nivel oncológico y quedé en shock”, relata.
🔴 Lizbeth Ramos, una sobreviviente de cáncer, no tiene actividad de la enfermedad, aunque la lucha que empezó en 2019 no va a terminar, al ser vulnerable, se unió al grupo Lazos de Vida. 👇 pic.twitter.com/ZN4MDXa5Jd
— 24HorasQRoo (@24HorasQR) October 14, 2024
TE PUEDE INTERESAR:
El diagnóstico
Para entonces tenía 45 años, con hijos y se puso a investigar acerca de las quimioterapias y radioterapias, eliminó el azúcar de su vida y también las grasas saturadas, cambió completamente su alimentación.
Además comenzó con actividad física, emocionalmente se estabilizó, con el apoyo de su familia y se dio a la tarea de encontrar un grupo de autoayuda, antes de que le confirmaran que efectivamente era cáncer de mama lo que tenía.
Llegó a las quimioterapias 30 días después de la detección, dejó de trabajar para evitar el estrés y se enfocó en ella, comenzó el proceso con mucha confianza. Iba a recibir 16 quimioterapias y sólo recibió ocho porque el tumor se redujo considerablemente.
TE PUEDE INTERESAR:
La lucha sigue
Fue candidata a una cirugía de mama conservadora, en la que solamente se trabajó con el tumor, sin necesidad de quitar la mama y luego tomó radioterapias en Mérida, lo que implicó un mes fuera de casa.
Después de cinco años se encuentra en estado de remisión, no tiene actividad de cáncer en su cuerpo.
“Pero no es suficiente, la lucha sigue y es para toda mi vida, al sufrir mi cuerpo un cambio completamente, soy vulnerable”, agregó.
“Pero los cambios que he hecho como nadar todos los días en mar abierto, junto con el grupo Lazos de Vida, mujeres con las cuales además hago canotaje y voy a competencias, me ha hecho ver la vida de otra manera”, afirma.
Cita:
Las que padecemos de esta enfermedad estamos a un 50 por ciento de recaer, sin embargo, lo sigo tomando con responsabilidad y determinación para seguir con vida”, Lizbeth Ramos, sobreviviente de cáncer