La semana pasada. mientras me encontraba expectante de conocer una noticia que me tenía intranquilo, llegó otra aún más sobrecogedora que estremeció a toda la Redacción. Madre sólo hay una, y cuando nos la quitan, nos dan ahí mismo.

No era el día perfecto para el amor, como dijera Björn de Mando Diao, sólo deseaba que mi compañero pudiera abrazarla una vez más, pero la vida es así.

Ponte a chambear

Trabajar por sólo trabajar puede parecer un modo digno de vivir, pero si no hay aparte un anhelo propio, una meta qué cumplir, la vida puede terminar en un sinsentido. En la última película de Wim Wenders, tenemos a un empleado del sistema de baños públicos de Tokio viviendo su propia versión de una existencia plena: sumergido entre químicos y malos olores, voltea cada día a ver las copas de los árboles para capturar instantes que se vuelven eternos.

Desarrollar un proyecto que edifique la trayectoria personal dota de satisfacción al ser humano. Enfrentarse a la frustración y domeñarla con empeño es la sal de la vida. Quizá Sísifo no viva tan frustrado.

Gracias a un trabajo que comencé hace ya más de un lustro atrás, podré viajar a mis 33 a la tierra de Juan Pablo II y descubrir si es verdad todo lo que de allá me han dicho, que no es mucho pero tampoco es algo despreciable. Ya me estoy preparando para dar ese gran salto.

Cuando compartí esta noticia, obtuve ciertas reacciones inesperadas, entre ellas una que me prepararía para afrontar la envidia y resentimiento tan presentes deste lado del mundo.

“Y ocurre que de estas personas que admira uno con tanta confianza se recogen y se citan cosas muy inferiores a otras que rechazaríamos muy severamente si nos dejáramos guiar por nuestro verdadero gusto”, atinó a traducir Pedro Salinas de lo que Marcel Proust dijo en A la sombra de las muchachas en flor, segunda entrega de En busca del tiempo perdido.

No entraré en una disquisición más profunda, creo que con esto vamos cerrando, si me quedara con un pendiente sería leer por una vez los cuentos de J.D. Salinger escuchando a Lou Reed, justo como Hirayama en Perfect Days lo haría, o acudir al nuevo parque de atracciones en Mahahual para conocer de qué se tratan verdaderamente los días perfectos.

Toca esperar, al menos la obra en el puerto de Othón P. Blanco ni siquiera ha comenzado a ser construida, y por lo mientras tengo una nueva cita con el destino en la otra esquina de México.

Honores

Al norte, cruzando la frontera, esta noche dará comienzo la Serie Mundial de las Grandes Ligas en la cual los Dodgers, con un descomunal Shohei Ohtani, buscarán vencer a los Yanquis, tal y como hace 43 años ya lo hicieran, de la mano de otra bestia de jugador, un toro en ese entonces.

Que descanse en paz la l3yend4 Valenzuela y la ya mencionada mamá de mi querido Comandante Lazos. Esperemos esta temporada de huracanes ya nos deje más tranquilos, andamos muy retentados por acá.

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