El piloto mexicano Sergio “Checo” Pérez podría estar viviendo sus últimos días con la escudería austríaca Red Bull, pues a pesar de tener contrato hasta el 2025, los resultados no lo han acompañado y se dice que ya hay negociaciones con el piloto argentino Franco Colapinto para que ocupe su lugar; aún así, es simplemente el mejor mexicano de todos los tiempos a bordo de un Fórmula 1.

Actualmente, y luego del Gran Premio de Brasil, “Checo” Pérez marcha en octavo lugar en el campeonato de pilotos con 151 puntos, por debajo de Lewis Hamilton, George Russel, Carlos Sainz, Oscar Piastri, Charles Leclerc, Lando Norris y Max Verstappen, este último el actual campeón del máximo circuito del automovilismo.

Las dificultades en Red Bull

Sin embargo, no todo ha sido culpa del mexicano, pues se han retirado personajes importantes de la escudería de la bebida energética, además de que lo han tomado como piloto de pruebas para establecer las características en el carro de su coequipero para que tenga un mejor desempeño. Las condiciones no son las mismas así lo dejaron entrever los mecánicos en las redes sociales.

Esta situación ha generado múltiples comentarios entre especialistas y no especialistas, la mayoría de los comentarios negativos son de los propios mexicanos que demeritan el trabajo en la Fórmula 1 de Sergio “Checo” Pérez.

Hay que recordar que a pesar de una mala temporada, es piloto de la mejor escudería del mundo, en la mejor categoría del automovilismo en el mundo, corriendo contra los mejores del mundo, no es simplemente un piloto de categorías menores y aún hoy es el subcampeón de la Fórmula 1.

El fenómeno Checo

Dimensionemos lo que ha generado “Checo” en el continente americano: millones de personas ahora se desvelan, madrugan y programan sus alarmas para ver el automovilismo y en México, los productos de Red Bull se venden como pan caliente.

Incluso en Asia, las gorras, playeras, los botes para agua con el número 11 y el nombre del mexicano se agotan en horas; es un fenómeno, es el rey de la mercadotecnia y si lo quieren demeritar, hoy en día es el octavo mejor piloto del mundo, no de México. El tapatío le deja un promedio de ganancias a Red Bull superior a los 30 millones de dólares.

Si una pésima temporada le alcanza para ser el octavo mejor del planeta, entonces dejemos de hacerlo menos. Apoyemos a nuestro compatriota en un mal momento en el que tiene que luchar, incluso contra la preferencia de su propio equipo por Max Verstappen.

Aún hay pavimento y kilómetros por recorrer para el mexicano y pronto regresarán los buenos resultados, y si no es con Red Bull, la calidad no tiene marca y en cualquier carro se demostrará.

Nos leemos el próximo lunes y no olviden echar… La Cascarita.

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