Crisis de recolección de basura en Othón P. Blanco.
La problemática se agravó desde que en septiembre venció el contrato de renta de 10 camiones con la empresa Lumo S.A. de C.V. Credit: David Acosta. / R-360

El municipio de Othón P. Blanco enfrenta una doble amenaza: la acumulación de basura en sus calles y la llegada de la tormenta tropical Sara, que podría causar graves inundaciones si los residuos siguen obstruyendo las alcantarillas.

Insuficiencia en la recolección de basura

El servicio de recolección de basura en la capital de Quintana Roo se encuentra en crisis.

Según trabajadores de la Dirección de Servicios Públicos Municipales que hablaron para el medio Ruptura-360, solo hay cinco camiones en funcionamiento para atender a las 160 colonias de la ciudad.

Esto ha resultado en semanas sin servicio en algunas zonas, como Solidaridad, Proterritorio, Forjadores y Nuevo Progreso.

“Es imposible cubrir la demanda con tan pocas unidades. La mayoría de los camiones están en reparación por sobreexplotación”, declararon empleados municipales que solicitaron anonimato.

La problemática se agravó desde que en septiembre venció el contrato de renta de 10 camiones con la empresa Lumo S.A. de C.V., obligando al ayuntamiento a realizar pagos extraordinarios para mantener el servicio hasta el cierre de 2024.

Preocupación ciudadana y riesgos ante “Sara”

Con la alerta azul activada por Protección Civil, los habitantes expresan su temor de que la basura acumulada empeore las inundaciones esperadas por las lluvias y vientos de la tormenta tropical.

“Nos dicen que no saquemos la basura, pero ya no cabe en nuestras casas. Si llueve, será un caos”, comentó Rubí Morales, residente de Proterritorio.

En colonias como Forjadores, vecinos han reportado que el camión recolector no pasa desde hace una semana, mientras que en Solidaridad la ausencia se extiende hasta dos semanas.

Esto ha provocado que los desperdicios terminen en camellones, banquetas o lotes baldíos, agravando el problema.

Factores económicos y administrativos

El retraso en el lanzamiento de una nueva licitación para la renta de unidades también está vinculado a la situación financiera del ayuntamiento.

Durante los primeros tres años de la administración de Yensunni Martínez Hernández, se destinaron más de 34.5 millones de pesos para mantener el contrato con Lumo, cifra que representa un reto para las finanzas municipales.

La falta de previsión podría llevar a una crisis similar a la vivida al inicio de esta administración, cuando la ciudad quedó sin servicio por semanas debido a problemas contractuales.

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