Las crisis internas de los partidos políticos poco a poco salen a la luz cuando las inconformidades son imposibles de sostener. Tal crisis se vive también en el Partido Verde de Quintana Roo, donde ya dos dirigentes municipales renuncian y acusan abandono y discriminación por parte de las cúpulas.
Esas renuncias se dieron primero en José María Morelos, donde el dirigente municipal Luis Carrillo abandonó las filas del partido, y ahora ocurrió en Lázaro Cárdenas, donde hizo lo mismo Alberto Pérez Villatoro. Ambos acusan y señalan al dirigente estatal, Renán Sánchez, de abandonarlos y no tomar en cuenta sus peticiones.
Y es que el usar a los ciudadanos sólo en procesos electorales es una práctica que algunos políticos aún ejercen; no comprenden que los ciudadanos ya están cansados de que sólo los busquen para pedirles apoyo, prometiéndoles el cielo y las estrellas.
El mismo dirigente lazarocardense refiere que están marginados, no son visitados, mucho menos escuchados, y por eso renunció a la dirigencia y militancia de ese organismo político, acusaciones en el mismo sentido que en su momento también emitió el morelense.
Sin embargo, hay que decir que para algunos dirigentes, y por lo lejano del proceso electoral que será hasta el 2027, cualquier expresión de enojo, renuncia y demás, es algo que no les quita el sueño porque, llegado el momento, echan mano de cualquiera de la militancia para ocupar los espacios.
Otro partido en el cual el ambiente no baja de intensidad es Acción Nacional, donde además de que la dirigente estatal Reyna Tamayo quiere emular a Jorge Emilio González y perpetuarse en el cargo, ahora se suma el conflicto interno que ha dado como resultado, en un primer momento, el retiro de la regiduría a Kira Iris San en Solidaridad, ante la queja de Danna Ramírez, dirigente en esa demarcación.
Así las cosas en los organismos políticos que no decepcionan en sus afanes de poder y control. Hasta la próxima.