Ejidatarios de Tihosuco toman medidas por incumplimientos
Los habitantes del Ejido Tihosuco, ubicado en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, instalaron una caseta de cobro en el entronque de Tepich como medida de presión ante el incumplimiento de la liquidación total por la expropiación de 131 hectáreas hace más de 50 años.
Aunque el bloqueo que mantuvieron desde el 11 de noviembre fue levantado, las acciones para exigir respuesta de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) continúan.
Representantes ejidales señalaron que esta caseta será permanente hasta que las autoridades cumplan con el pago pendiente. Además, se han colocado topes para regular el tráfico en la zona.
Una deuda histórica
La problemática se remonta a 1970, cuando la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes expropió las tierras para construir la Vía Corta que conecta Mérida con Felipe Carrillo Puerto y Valladolid.
Los ejidatarios exigen un millón de pesos por hectárea como compensación, pero el proceso ha enfrentado múltiples retrasos y desacuerdos.
En 2023, se entregó la primera parte del pago por 27.4 millones de pesos, y se acordó realizar un nuevo avalúo para determinar el monto restante.
Sin embargo, la falta de recursos y acciones por parte de la SICT han detenido el proceso.
Acciones recientes y demandas
El pasado 12 de noviembre, los ejidatarios iniciaron un bloqueo carretero que se levantó el 24 de noviembre.
Posteriormente, el 26 de noviembre, instalaron la caseta de cobro como un nuevo mecanismo para presionar a las autoridades.
La comunidad maya de Tihosuco, integrada por 804 ejidatarios, mantiene su postura firme de continuar con estas acciones hasta recibir la indemnización completa, la cual ha sido ratificada como obligatoria por el Tribunal Unitario Agrario número 44.
Impacto en la región
El conflicto afecta tanto a los habitantes locales como a quienes transitan por la carretera Felipe Carrillo Puerto-Valladolid, quienes ahora deben pagar el peaje para cruzar la zona.
Esta medida subraya la urgencia de resolver el problema que ha persistido durante más de cinco décadas.