Uso de humedales artificiales.
Uno de los proyectos más destacados de la asociación es el uso de humedales artificiales subsuperficiales de flujo horizontal. Credit: Cortesía. / Centinelas del agua

La asociación Centinelas del Agua lidera una iniciativa de gran impacto ambiental y social al desarrollar prototipos para el tratamiento de aguas residuales en comunidades rurales.

Estos sistemas, catalogados como ecológicos, son amigables con el medio ambiente y ofrecen una solución sostenible para una problemática urgente.

Innovación con humedales artificiales

Uno de los proyectos más destacados de la asociación es el uso de humedales artificiales subsuperficiales de flujo horizontal.

Este sistema funciona al canalizar los desechos de los baños secos hacia un biodigestor, que posteriormente conecta con un tren de tratamiento en forma de jardinera.

Finalmente, el agua pasa por el humedal artificial, donde plantas acuáticas absorben los nutrientes y eliminan contaminantes, logrando un 80-90% de eficiencia en el tratamiento del agua.

El primer prototipo se implementó en La Casita del Agua, ubicada en el poblado de Solferino, municipio de Lázaro Cárdenas, Quintana Roo.

Este centro es un referente en tecnologías apropiadas para el tratamiento del agua. Alejandro López Tamayo, director general de la asociación, destacó el éxito del proyecto y su replicación en otras comunidades.

Resultados tangibles y nuevos proyectos

Recientemente, Centinelas del Agua finalizó la construcción de un humedal en la comunidad rural de Nuevo Durango, también en Lázaro Cárdenas.

Esta instalación en una escuela local busca evitar que las aguas negras lleguen al manto freático, contribuyendo así a proteger la salud y el medio ambiente.

El proyecto cuenta con el respaldo de la Fundación Gonzalo Río Arronte, que ha aportado una inversión de 130 mil pesos por cada humedal construido.

Protegiendo la biodiversidad y la salud

La urgencia de estos proyectos se subraya con los datos del Sistema de Monitoreo de Manglares de la Conabio, que revelan la pérdida de más de 82 mil hectáreas de manglar en Quintana Roo hasta 2020.

Estas iniciativas no solo protegen los recursos hídricos, sino también la biodiversidad y la salud humana.

“Anteriormente, las aguas negras se vertían directamente en cuevas y cenotes, representando un grave riesgo para la salud pública, especialmente de los niños”, explicó López Tamayo.

Expansión del proyecto de aguas residuales

La asociación ya planea extender su labor a las comunidades de Punta Laguna y Campamento Hidalgo, en el municipio de Solidaridad.

Además de los humedales, el proyecto incluye la construcción de 90 baños secos y nuevos sistemas de agua en escuelas locales, garantizando el derecho humano al saneamiento y mejorando las condiciones sanitarias en la región.

Estos esfuerzos son esenciales para proteger la salud y el medio ambiente, asegurando un futuro más sostenible para las comunidades rurales de Quintana Roo.

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