El pirataje de embarcaciones turísticas en la ruta Cancún-Isla Mujeres registra un aumento del 5% anual, según Ricardo Muleiro López, director de Asociados Náuticos de Quintana Roo.
Esta problemática afecta gravemente la industria náutica local, compromete la seguridad de los turistas y pone en evidencia la falta de regulación y acción efectiva de las autoridades.
Náuticos y el pirataje: problema en crecimiento
Muleiro López destacó que, en promedio, 20 yates por salida operan de manera irregular, incumpliendo con las normativas básicas como matrículas, permisos y acreditaciones.
Esto no solo representa un riesgo para los turistas, sino que fomenta la informalidad y afecta a las empresas establecidas.
“Estas embarcaciones irregulares no garantizan la seguridad de los pasajeros y están destruyendo el sector empresarial formal,” afirmó Muleiro.
Impacto económico: empresas al borde de la quiebra
El empresario Francisco Córdova Lira explicó que la competencia desleal entre catamaranes y yates está empujando a varias empresas a la quiebra.
Además, las altas comisiones cobradas por agencias de viajes, que alcanzan hasta un 55%, hacen que el modelo de negocio sea insostenible para muchas operadoras.
Por si fuera poco, las condiciones climáticas han forzado el cierre de puertos durante 84 días en lo que va del año, lo que, sumado a la baja ocupación, ha generado una pérdida del 35% en comparación con 2023.
A pesar de estos desafíos, se prevé una ligera recuperación en diciembre gracias al aumento de visitantes.
Reformas y costos que afectan al sector
Otro desafío para la industria es el aumento del 100% en los costos de acceso a las Áreas Naturales Protegidas.
Según Muleiro López, aunque parece que el turista asume este gasto, en realidad las operadoras terminan cubriéndolo debido a la presión del comercio informal.
“Si no se ajusta esta reforma antes de su aprobación, el impacto será devastador para un sector ya debilitado,” advirtió.
¿Qué sigue para la industria náutica?
Los empresarios y operadores exigen acciones concretas para regular el sector, garantizar la seguridad de los turistas y nivelar las condiciones de competencia.
La intervención de las autoridades es crucial para frenar el avance del pirataje y fortalecer a las empresas formales.