Poco más de 7 mil habitantes de comunidades fronterizas con Campeche enfrentan una severa crisis de agua potable.
Pobladores de Guillermo Prieto, Caña Brava, Felipe Ángeles y otras localidades aún dependen de aguadas y jagüeyes, mientras la solución prometida avanza lentamente.
TE PUEDE INTERESAR:
Crisis de agua potable: Problemática histórica
Desde 2019, comunidades afectadas promovieron demandas de amparo para exigir el acceso al agua potable, un derecho humano básico.
Sin embargo, el primer intento de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) —un pozo de 305 metros de profundidad— fracasó al desfondarse.
Asimismo, y en respuesta, CAPA activó un “plan B”: la perforación de un nuevo pozo en Dos Aguadas y la construcción de un acueducto de 50 kilómetros, que beneficiará a nueve comunidades.
Avances del proyecto
- Línea de tubería: Se han completado 15 kilómetros, equivalentes al 30% del proyecto.
- Cisterna en Guillermo Prieto: Finalizada con capacidad para 150 mil litros.
- Red de distribución en Caña Brava: Concluida.
A pesar de estos avances, el agua aún no llega a las viviendas, lo que genera desesperación entre los pobladores.
TE PUEDE INTERESAR:
Nuevas exigencias y ampliación del proyecto
Habitantes de otras comunidades como La Lucha, Nuevo Progreso y Carmen II analizan promover nuevos amparos debido a la falta de soluciones.
Además, estas localidades, junto con las ya beneficiadas, siguen abasteciéndose a través de pipas, jagüeyes y agua de lluvia mientras la obra hidráulica se concluye.
TE PUEDE INTERESAR:
Presupuesto e inversión
El proyecto de agua potable tiene una inversión estimada de 200 millones de pesos. Sin embargo, la falta de plazos claros y la poca comunicación del actual director de CAPA, José Enrique Torres López, han generado incertidumbre entre los afectados.
Finalmente, CAPA proyecta continuar la construcción del acueducto en 2025, con la esperanza de llevar agua entubada a los hogares de las comunidades en crisis.
(Lee la nota completa aquí).