Crucero en Cozumel.
El encarecimiento de la isla, con la implementación del Derecho de No Residente, llevaría al desvío de los recorridos de los colosos a otros puertos del Caribe, advierte la CEO de la FCCA. Credit: Especial.

Un gravamen controversial

Ante el posible cobro de 42 dólares por el Derecho de No Residente (DNR) a cruceristas, aprobado por diputados y pendiente de resolución en el Senado, ya genera repercusiones significativas en los puertos de Quintana Roo. Las navieras estadounidenses afiliadas a la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA, por sus siglas en inglés) han decidido pausar el pago del Derecho al Saneamiento Ambiental (DSA), fijado en cinco dólares por pasajero y programado para entrar en vigor en enero de 2025.

Posición de la FCCA

En una conferencia de prensa virtual, Michele Paige, CEO de la FCCA, declaró que la medida tomada por el Gobierno federal tomó por sorpresa a las compañías navieras.

Según Paige, el gravamen rompe con una exención vigente por más de una década y cuya implementación estaba programada para 2026.

Además, representa un encarecimiento del 213% en los costos de operar en destinos mexicanos.

Repercusiones económicas y operativas

La FCCA también anunció que, debido a la falta de comunicación con autoridades federales y estatales, muchas de las navieras han decidido desviar rutas hacia otros puertos en el Caribe.

Este cambio podría tener graves implicaciones para la derrama económica del turismo crucerista, vital para miles de familias mexicanas.

El impuesto estatal del DSA tenía como objetivo financiar mejoras en infraestructura portuaria, como en Cozumel y Mahahual.

En el caso de Cozumel, se había proyectado una recaudación mínima de 97 millones de pesos. Sin embargo, sin acuerdos claros, esta recaudación podría no materializarse.

Venta anticipada y rutas de cruceros afectadas

Las compañías de cruceros operan con una venta anticipada cercana al 70% de sus servicios.

Este modelo complica la implementación de nuevos impuestos, ya que las navieras tendrán que absorber el costo adicional, encareciendo significativamente las visitas a puertos mexicanos.

Incertidumbre legislativa

Mientras el Senado no discuta y resuelva la iniciativa, el futuro del DNR y su impacto en el turismo de cruceros en México seguirá siendo incierto. La FCCA confía en que el Senado no apruebe la medida, advirtiendo que se podría comprometer la competitividad de México como destino crucerista.

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