Gisèle Pelicot logró que la justicia resolviera a su favor.
Gisèle Pelicot, escoltada por su abogado Stephane Babonneau (D) y uno de sus hijos David (2ºD), se dirige a los medios de comunicación cuando sale del tribunal. Credit: Christophe Simon / AFP

La justicia francesa marcó un precedente al sentenciar a Dominique Pelicot, de 72 años, a la pena máxima de 20 años de prisión por drogar y violar durante una década a su entonces esposa, Gisèle Pelicot, con la complicidad de decenas de desconocidos.

Gisèle Pelicot: Condena a más implicados

Asimismo, este juicio histórico no solo hizo justicia a Gisèle, sino que también visibilizó la problemática de la sumisión química y las agresiones sexuales.

El tribunal de Aviñón condenó además a los otros 50 implicados a penas de entre 3 y 15 años de prisión.

Además, aunque las condenas fueron menores a lo solicitado por la fiscalía, el caso se convirtió en un símbolo de lucha para las víctimas de violencia sexual en Francia y el mundo.

Una voz que inspira cambio

Gisèle, quien optó por un juicio público en lugar de a puerta cerrada, expresó: “Pienso en las víctimas no reconocidas, cuyas historias permanecen en la sombra.

Este combate es compartido”. Su valentía ha inspirado a mujeres y hombres a romper el silencio frente a las agresiones sexuales.

Las sentencias y su impacto

Aunque la condena a Dominique Pelicot fue bien recibida, las penas para otros acusados generaron descontento entre los hijos de la víctima y colectivos feministas.

Sin embargo, este juicio es un paso importante hacia la transformación social que busca visibilizar y castigar la violencia sexual.

Un llamado a la acción global

El caso Pelicot ha sentado un precedente en Francia y ha impulsado un diálogo necesario sobre la violencia sexual y el machismo.

Finalmente, asociaciones feministas esperan que este juicio motive a más víctimas a denunciar y que la sociedad tome conciencia sobre el impacto de estas agresiones.

(Con información de AFP)

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