Integrantes de la industria restaurantera en el sur de Quintana Roo se quejan del incremento de la venta ambulante de alimentos en la capital y zonas turísticas, lo que a su parecer, representa una competencia desleal para los negocios establecidos.
Al respecto, Esteban Mera Villanueva, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) en Chetumal y Bacalar, hizo un llamado a los legisladores y autoridades para que sean más propositivos y colaborativos con los empresarios restauranteros en esta materia.
Acción insuficiente
Recientemente, el Congreso local autorizó una extensión de facultades para que las autoridades municipales puedan clausurar negocios que no cuenten con su documentación en regla.
Sin embargo, Mera Villanueva señaló que esta medida “en la práctica ya se realizaba, por lo que no le vemos mucha utilidad”.
Además, enfatizó la necesidad de que los legisladores mantengan un mayor acercamiento con ciudadanos y empresarios antes de emitir leyes o reglamentos que puedan afectar negativamente al sector.
“Estamos en la mejor disposición para platicar con ellos y, por supuesto, nos gustaría más apertura de su parte”, declaró Mera Villanueva.
Comercio ambulante: Desafío creciente
El presidente de la Canirac destacó que el comercio informal de alimentos ha aumentado considerablemente y que, en muchos casos, opera bajo condiciones desfavorables.
“Este tipo de comercio no paga impuestos, no cubre seguro social para sus empleados ni contribuye con el predial, y algunas veces opera en condiciones insalubres”, afirmó.
Por ello, consideró que las autoridades deberían enfocar sus esfuerzos en regular a estos negocios, en lugar de centrarse únicamente en aquellos que cumplen con la normativa vigente.
También señaló que, mientras abrir un negocio formal implica un largo proceso burocrático, obtener un permiso para comercio ambulante suele ser mucho más rápido.
Llamado a terminar con el comercio ambulante
Contrario a la creencia popular, Mera Villanueva reveló que el comercio ambulante no siempre está compuesto por personas en situación de pobreza.
“Estamos hablando de grupos organizados, propietarios de varios locales; hay una falsa narrativa que pinta al ambulantaje como una actividad de personas en pobreza, lo cual es contrario a la realidad”.
La Canirac reafirma su disposición para dialogar con las autoridades y trabajar en conjunto por un entorno más equitativo y competitivo para todos los involucrados en la industria alimentaria.