Los cañeros de Quintana Roo viven en el abandono.
Al carecer de documentos, los cañeros de Quintana Roo y sus familias no pueden hacer uso de los servicios que provee el Estado. Credit: Gloria Marvic

Cañeros de Quintana Roo. En las sombras de la zafra cañera, donde cada año más de dos mil 500 cortadores llegan a trabajar en los campos del sur de Quintana Roo, una crisis invisible se profundiza.

Cañeros de Quintana Roo: una triste realidad

La falta de identidad oficial de al menos dos de cada tres jornaleros, gran parte de ellos provenientes no sólo de otros estados, sino de países centroamericanos, lo que los deja sin acceso a los derechos fundamentales, reveló un estudio de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).

Para estos trabajadores agrícolas, provenientes de Tabasco, Oaxaca, Chiapas y Guerrero, así como para los migrantes centroamericanos, la ausencia de documentos básicos como actas de nacimiento o credenciales de elector no sólo los despoja de un nombre ante el Estado, sino que también les niega el acceso a derechos fundamentales.

Las condiciones en las que viven estos trabajadores y sus familias reflejan un alto grado de marginación y vulnerabilidad.

En la ribera del Río Hondo, donde se ubican las galeras (dormitorios colectivos con escasas condiciones de salubridad), la falta de documentación afecta al 70% de los jornaleros, de acuerdo con el estudio.

"La ausencia de identidad legal impide a estas personas acceder a servicios de salud, educación y programas sociales", explicó la investigadora Martha García Ortega, especialista en migración laboral y coordinadora del estudio.

"Incluso hay adultos mayores que no saben su nombre real o el apellido que les corresponde, lo que complica aún más los procesos de registro".

Datos alarmantes

La investigadora destacó que uno de los datos más alarmantes de la investigación es la situación de los niños y adolescentes que llegan con sus familias.

De las 101 familias encuestadas, se identificó que 255 menores viven en los campamentos cañeros, muchos sin acta de nacimiento ni acceso a educación formal.

"Los niños van al campo porque sus padres no tienen otra opción. Algunos comienzan a trabajar desde los 10 años, exponiéndose a riesgos físicos y quedando atrapados en un ciclo de trabajo infantil y pobreza", señaló García Ortega.

El estudio revela que los menores de cero a cuatro años son los más afectados por la falta de registro civil.

Sin documentos, quedan invisibles para las instituciones, sin posibilidad de recibir atención médica ni de ingresar a la escuela.

Ante este panorama, Ecosur ha trabajado en la elaboración de metodologías para la intervención social y gubernamental.

La investigadora destaca que han desarrollado un diagnóstico sociodemográfico y familiar, aplicando encuestas en campo para obtener datos precisos.

Campañas de registro civil

En este esfuerzo, han contado con el apoyo del Instituto Nacional de Migración.

Además del Gobierno del estado, con quienes buscan establecer estrategias de restitución de derechos.

Una de las primeras acciones es impulsar campañas de registro civil, tanto para trabajadores migrantes como para mexicanos que nunca fueron inscritos en el sistema oficial.

Para muchas familias, el registro civil es el primer paso para salir de la invisibilidad y acceder a derechos básicos.

Sin embargo, como definió la investigadora, aún queda un largo camino por recorrer para que la identidad oficial sea un derecho garantizado para todos los trabajadores agrícolas y sus hijos.

Cita y cifras:

La ausencia de identidad legal impide a estas personas acceder a servicios de salud, educación y programas sociales", Martha García Ortega, Investigadora de Ecosur

101 familias fueron encuestadas para el desarrollo del estudio.

2,500 jornaleros trabajan en cada temporada de zafra en Quintana Roo.

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