El Papa Francisco, de 88 años, permanece hospitalizado desde hace más de una semana en el hospital Gemelli de Roma. Su estado de salud sigue siendo crítico y el pronóstico es reservado, según informó el Vaticano la noche del sábado.
Crisis respiratoria y tratamiento intensivo
De acuerdo con el comunicado oficial, el Santo Padre sufrió una crisis respiratoria asmática prolongada, lo que requirió la administración de oxígeno a alto flujo.
A pesar de ello, Francisco se mantiene alerta y pasó el día en un sillón, aunque experimentó mayor malestar que en jornadas anteriores.
Sobre el avance del estado de salud del Papa Francisco indicaron que, los últimos análisis de sangre, revelaron trombocitopenia (reducción del número de plaquetas) y anemia, por lo que fue necesaria una transfusión sanguínea. Estos factores agravan su condición y refuerzan la preocupación sobre su evolución.
TE PUEDE INTERESAR: Orquesta Sinfónica de Cancún: clásicos, rock y más este 2025
El Papa no está fuera de peligro
El equipo médico advirtió que el estado del pontífice sigue siendo delicado. "¿Está el papa fuera de peligro? No, el papa no está fuera de peligro", declaró el doctor Sergio Alfieri en rueda de prensa.
Salud del Papa Francisco: de bronquitis a neumonía
El Papa Francisco fue hospitalizado el 14 de febrero debido a una bronquitis, pero el martes se confirmó que desarrolló una neumonía en ambos pulmones, una infección potencialmente letal que ha complicado su recuperación.
El Vaticano sigue monitoreando su evolución y se espera que en los próximos días se brinden más detalles sobre su salud.