El péndulo regresa. De la misma mano que lo impulsó hacia el lado contrario en el ciclo anterior. El regreso del proteccionismo y la vieja táctica “sustitución de importaciones” para refrescar el sistema saqueador neoliberal, extractivista, que consolidó a los capitales globales que a su vez hundieron en la quiebra a los países, incluyendo al propio Estados Unidos de América.
El mundo global no está gobernado por países; hasta el propio EUA está en la quiebra por el mismo modelo extractivista que hizo crack a las naciones, pero fortalecieron a los mega capitales (que no responden a intereses de algún país específico) que hoy retornan al proteccionismo nacionalista de la mano del Presidente más globalizador, libertario y adorador del bendito mercado.
“No sean estúpidos!” exigió un iracundo Trump ante el pánico por el derrumbe de las bolsas y monedas asiáticas y europeas, provocado por la guerra comercial desatada por su locura, irónicamente, desde el “Jardín de las Rosas” de la Casa Blanca.
"Estados Unidos tiene la oportunidad de hacer algo que debería haberse hecho hace décadas", dijo Trump en referencia a sus reformas arancelarias que han trastornado la economía global. "¡No sean débiles! ¡No sean estúpidos!... Sean fuertes, valientes y pacientes, ¡y la grandeza será el resultado!", escribió en su red Truth Social.
Sí así le fue a Estados Unidos con el culto al mercado y al fin de las ideologías, ¿cómo le está yendo a los demás países? Europa también está quebrada por el mismo modelo neoliberal. Los mega capitales europeos, igual que los mega capitales de EUA, están intactos, enriqueciéndose con las guerras y las epidemias.
Pero esta vez la guerra es arancelaria; la ley del más fuerte; la imposición de tarifas aduaneras a toda importación de Estados Unidos; le urge producir lo que consume; igual, todos los demás países debemos producir lo que consumimos en la mayor medida posible.
Nacionalismo, homofobia, recortes a salud y educación, despidos masivos, inflación, desempleo… la locura desatada de quien se cree el más fuerte; hasta cierto punto lo es, pero no tanto. Ya veremos más temprano que tarde.
Si hasta los países ricos están en crisis por el modelo neoliberal, imagínense la pobreza, la miseria y la exclusión en los que de por sí ya eran pobres desde antes. Por eso explotó el fenómeno de la migración global; el escape de las pobrezas nacionales y regionales; la diáspora humanitaria de la periferia hacia los centros urbanos del mundo.
¿Se avecina recesión? La sola mención a esta palabra causa escalofríos en las bolsas.
Ahora regresamos a la sustitución de importaciones de la mano de Trump, cuando hace 40 años era la bandera política económica de las reivindicaciones latinoamericanas y de las regiones pobres del mundo. En la época cuando se estaba en contra del TLC. Ahora Trump es quien habla de una economía hacia adentro; paradójico.
La teoría del péndulo se vuelve a cumplir. Después de 40 años de neoliberalismo, ahora retorna el nacionalismo, sustitución de importaciones, producir lo que consumimos, evitar importaciones y gravarlas al máximo.
Y mientras tanto, la locura no para. Trump amenazó con aumentar otro impuesto de 50 por ciento a todas las importaciones chinas, si Pekín no retira los gravámenes anunciados en represalia por el plan arancelario de Trump. La serpiente se muerde la cola. Usted tiene la última palabra.