Este viernes, la comunidad católica de Chetumal se reunirá en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe para conmemorar el Viernes de Dolores, una de las tradiciones más sentidas que preceden a la Semana Santa y que fue declarada Patrimonio Cultural por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Viernes de Dolores: rezo, canto y agua bendita
La jornada comenzará a las 6 de la tarde con el rezo de los Siete Dolores de la Virgen María, seguido de la celebración de la Santa Misa. Al concluir, los fieles entonarán el tradicional canto “Ya lloró la Virgen María, sí ya lloró”, que simboliza el sufrimiento de la Virgen por la pasión de su hijo, Jesucristo.
Uno de los momentos más emotivos será el reparto del agua de frutas bendecida, conocida como Las Lágrimas de María, que representa el consuelo y la esperanza que brinda la fe en medio del dolor.

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La esperada procesión de la Virgen de los Dolores
Como parte central de esta conmemoración, se llevará a cabo la tradicional procesión de la Virgen de los Dolores, una imagen de casi dos metros de altura que recorrerá el trayecto desde el Convento de las Hermanas Clarisas hasta el Santuario Guadalupano. Este acto solemne marca oficialmente el inicio de las celebraciones religiosas en la capital del estado.

Altares de Dolores: una tradición viva desde el siglo XVI
En templos y hogares de la región también se instalan los conocidos Altares de Dolores, que evocan el sufrimiento de la Virgen y reflejan una profunda fusión entre las tradiciones cristianas y las creencias indígenas, una costumbre que ha perdurado desde el siglo XVI.
El párroco David Martín Leal invitó a la comunidad a vivir estos días con fe y recogimiento:
“Es un tiempo para detenernos, reflexionar y acercarnos a Dios. Hay que rescatar nuestras tradiciones y compartirlas en familia”, expresó.