En plena temporada vacacional, un acto de desacato a la autoridad ambiental federal ha generado polémica en Holbox. A menos de 24 horas de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) colocara sellos de clausura en un predio ubicado en esta isla del Caribe mexicano —específicamente en un club de playa conocido como La Playa de Ñaña—, los responsables del lugar procedieron a ocultarlos con lonas de tela.
¿Qué pasó con los sellos de clausura?
La Profepa realizó la clausura del sitio tras identificar presuntas irregularidades ambientales. Sin embargo, al día siguiente, los sellos oficiales ya estaban cubiertos por mantas que impiden ver la intervención de la autoridad.
Esta acción podría ser considerada una violación a las disposiciones legales ambientales y representa un claro desacato a la autoridad federal. Además, pone en evidencia la falta de respeto por las normas que buscan proteger el ecosistema único de Holbox.

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Indignación ciudadana y exigencia de vigilancia en Holbox
El hecho ha generado preocupación entre habitantes y visitantes, quienes han expresado su indignación por lo que consideran una burla a las autoridades y a la protección ambiental.
En redes sociales y medios locales, ciudadanos exigen que se refuercen las medidas de vigilancia y que se apliquen sanciones ejemplares para evitar que actos como este queden impunes.
Holbox, un paraíso natural reconocido por su biodiversidad y atractivo ecoturístico, enfrenta una creciente presión por el desarrollo irregular. La actuación de la Profepa busca poner freno a estas prácticas, pero el ocultamiento de los sellos revela que la vigilancia y el cumplimiento de la ley aún tienen grandes desafíos.
Este artículo se basa en una publicación en el perfil de Facebook Quintan Roo Urbano. Haz clic para ver el original.