El cine mexicano está de luto tras la muerte de Lupita Torrentera, actriz, bailarina y una de las figuras entrañables de la Época de Oro.
Asimismo, su hija, Lupita Infante Torrentera, confirmó el fallecimiento de quien también fue la última pareja sentimental del legendario Pedro Infante.
Su partida revive el interés por su vida, marcada por el arte, la pasión y una historia de amor que trascendió generaciones.
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Lupita Torrentera: Ícono del cine clásico nacional
Nacida el 27 de septiembre de 1931 en la Ciudad de México, María Guadalupe Torrentera y Bablot destacó por su actuación en filmes como Historia de un gran amor (1942), Los miserables y La vida inútil de Pito Pérez. Su interpretación de la joven Soledad la catapultó a la fama en plena época dorada del cine nacional.
Aunque su carrera en el cine fue breve, su legado artístico quedó grabado en la memoria de los amantes del séptimo arte mexicano.
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Una historia con Pedro Infante
Torrentera conoció a Pedro Infante en 1945. Juntos protagonizaron una relación sentimental que, aunque breve y rodeada de polémica, dio como fruto a Guadalupe Infante Torrentera, nacida en 1951. Ese mismo año, la relación terminó.
La actriz decidió alejarse del ídolo y formó una nueva familia con el locutor León Michel, con quien tuvo tres hijos. En entrevistas, reveló que no asistió al funeral de Infante por respeto a su entonces esposo.
Lupita Torrentera vivió 93 años, se fue esta madrugada. Su romance con Pedro Infante comenzó cuando ella tenía 14 años y él, de 28, estaba casado. Estuvieron juntos hasta que él se fue con Irma Dorantes pic.twitter.com/pauAQHLr3a
— Criss Monterrey (@crissmonterrey) April 25, 2025
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Un legado que perdura en el tiempo
A pesar de haber dejado el cine desde joven, Lupita Torrentera continuó siendo recordada por generaciones.
En 2018, reapareció públicamente en el programa de Janett Arceo, donde compartió anécdotas y recuerdos junto a su hija, manteniendo viva la llama de una época que marcó el alma del entretenimiento mexicano.
Su fallecimiento representa el adiós a una de las últimas representantes directas de una era inolvidable del cine nacional.