Fue asesinada una integrante de las madres buscadoras.
Diversos colectivos exigen justicia por la muerte de una integrantes de las madres buscadoras. Credit: Especial

La violencia contra las madres buscadoras en México vuelve a sacudir a la sociedad. El asesinato de María del Carmen Morales y su hijo Jaime Daniel Morales, integrante del colectivo Guerreros Buscadores Jalisco, ha generado indignación.

Además un fuerte clamor de justicia por parte de familiares, activistas y organizaciones civiles. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) lamentó el homicidio.

Madres buscadoras: Doble crimen en Tlajomulco indigna al país

El ataque ocurrió la madrugada del jueves en el fraccionamiento Las Villas, en Tlajomulco. Morales buscaba a su hermano y a su hijo Ernesto Julián, desaparecidos en febrero de 2024.

El colectivo al que pertenecía había participado en el hallazgo del rancho Izaguirre, en Teuchitlán, aunque se aclaró que ella no estuvo en la búsqueda de campo.

Pese a su activismo, la Fiscalía de Jalisco sostiene que no hay indicios de que su asesinato esté vinculado directamente con su labor como buscadora. Sin embargo, integrantes del colectivo han confirmado que la víctima había recibido amenazas para abandonar su domicilio.

Demandas urgentes: justicia y protección

Las exigencias principales que surgieron tras el crimen son:

  • Investigación inmediata y transparente
  • Justicia para María del Carmen y su hijo
  • Seguridad real para madres buscadoras
  • Alto a la impunidad y violencia contra colectivos

El Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) y el Frente Cívico Nacional condenaron el asesinato.

Emilia Álvarez Icaza criticó la indiferencia del Estado ante los ataques, mientras la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, expresó su condena durante una reunión con colectivos.

Amenazas constantes y sin protección

Maribel Cerdeño, compañera de la víctima, afirmó que otras activistas también han recibido amenazas, incluso ella misma fue víctima de un atentado.

A pesar de este contexto de riesgo, muchas de ellas no cuentan con mecanismos de protección.

Finalmente, el caso de María del Carmen ha reavivado el debate sobre la falta de garantías para quienes buscan a sus desaparecidos y el abandono institucional hacia estas causas urgentes.