Fumata negra en el cónclave.
La segunda fumata en el cónclave fue negra. Aún no hay elección del Papa. Credit: Andreas Solaro / AFP

Miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro presenciaron este jueves la segunda fumata negra del cónclave, símbolo de que aún no hay consenso entre los cardenales para elegir al próximo Papa.

El ambiente en el Vaticano oscila entre la emoción y la expectativa, mientras los 133 cardenales electores continúan deliberando tras el fallecimiento del Papa Francisco el pasado 21 de abril.

Un cónclave marcado por la incertidumbre

A diferencia de los cónclaves anteriores —que en 2005 y 2013 se resolvieron en apenas dos días—, el actual proceso parece estar lejos de concluir.

La profunda división entre sectores conservadores y progresistas dentro del colegio cardenalicio dificulta la designación del 267º pontífice.

Aunque la mayoría de los votantes fueron nombrados por Francisco, el equilibrio entre los llamados “bergoglistas” y los tradicionalistas mantiene el suspenso.

Votaciones, cifras y posibles papables

Hasta que se alcance el consenso necesario —al menos 89 votos, dos tercios del total—, el cónclave continuará con su rutina diaria:

  1. Dos rondas de votación por la mañana
  2. Dos rondas por la tarde
  3. Quema de papeletas tras cada bloque
  4. Uso de químicos para teñir el humo: blanco si hay elección, negro si no

Entre los papables más mencionados se encuentran:

  • Pietro Parolin (Italia), ex secretario de Estado
  • Pablo Virgilio David (Filipinas), quien podría convertirse en el primer papa asiático
  • Cristóbal López Romero y Ángel Fernández Artime (España)

El cónclave y su atmósfera única

El cónclave no solo es un evento eclesiástico, también es un acontecimiento espiritual y cultural de escala global.

Más de 50.000 personas presenciaron la primera fumata negra, y miles más regresaron este jueves, deseosas de vivir en carne propia un momento irrepetible.

Fieles de todo el mundo, como Elizabeth Ramos desde Brasil o Paolo Cabrera desde Filipinas, esperan pacientemente la señal blanca que anuncie al nuevo líder de 1.400 millones de católicos.