Inundación en el Congo. Foto de Archivo. Credit: Glody Murhabazi / AFP

Kasaba, RDC – Al menos 104 personas fallecieron tras violentas inundaciones que arrasaron la aldea de Kasaba, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), según confirmó el sábado un funcionario local a la agencia AFP.

Una catástrofe nocturna en el Congo

La tragedia ocurrió durante la noche del jueves al viernes, cuando lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento del río Kasaba, arrasando con todo a su paso mientras la mayoría de los habitantes dormían. Así lo informó Bernard Akili, jefe del sector de Nganja, donde se ubica Kasaba.

“Los fallecidos son mayoritariamente niños y ancianos”, lamentó Akili.

Además, se reportaron 28 personas heridas y la destrucción de 150 viviendas. El administrador del territorio de Fizi, Samy Kalonji, describió “enormes daños materiales” en la zona afectada.

Una situación recurrente en el este de RDC

Las catástrofes naturales como esta son frecuentes en RDC, especialmente en las regiones orientales ubicadas a orillas de grandes lagos como el Tanganica y el Kivu. Estas zonas son propensas a inundaciones debido a las fuertes lluvias, la deforestación de las colinas y la falta de infraestructura.

En 2023, más de 400 personas murieron por inundaciones en localidades cercanas al lago Kivu, también en la provincia de Kivu del Sur.

Impacto climático y pobreza: una combinación letal

Según datos recientes de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), 6,9 millones de personas en África Occidental y Central se han visto afectadas por lluvias intensas e inundaciones solo en 2024.

La RDC, uno de los países más pobres del mundo, enfrenta un riesgo creciente debido a la combinación de cambio climático, urbanización sin planificación y la falta de recursos básicos.

En abril de este año, al menos 30 personas murieron en Kinshasa, la capital, también a causa de lluvias torrenciales.

El futuro: fenómenos extremos en aumento

Expertos climáticos alertan que el calentamiento global continuará amplificando estos fenómenos extremos. Se estima que, para 2030, hasta 118 millones de africanos en situación de pobreza extrema estarán expuestos a desastres como inundaciones, sequías y olas de calor.