Mientras en muchas escuelas de México crecen las tensiones y los paros laborales se convierten en bandera de protesta, en un significativo rincón de Cancún la vocación por la enseñanza sigue más viva que nunca, y la educación especial avanza.

En el Centro de Atención Múltiple (CAM) Margarita Gómez Palacio Muñoz, cada jornada representa una lección de empatía, resistencia y compromiso con la educación inclusiva.

Compromiso docente más allá del conflicto

Aunque los docentes de este centro no ocultan su inconformidad con las reformas que amenazan sus derechos laborales, su enfoque principal continúa siendo lo esencial: los niños que aprenden, crecen y superan desafíos diariamente.

Ubicado en la supermanzana 92 de Cancún, este CAM no ha detenido sus actividades pese a los paros nacionales. Gracias a una sólida red de apoyo entre maestros y familias, el aprendizaje no se detiene.

Formación para padres: una red de apoyo activa

“Capacitamos a los papás para que, pase lo que pase —una huelga, una pandemia, cualquier contingencia— puedan continuar la estimulación de sus hijos en casa”, explica con serenidad el director del plantel, David Enrique Aguilar Bastarrachea.

La iniciativa cuenta con el respaldo de madres y padres de familia que participaron en una capacitación intensiva de dos semanas. “Ellos entienden nuestras razones para manifestarnos, pero no dejamos de atender a sus hijos. Si tienen dudas, los docentes brindan asesoría en línea”, añade Aguilar Bastarrachea.

Educación personalizada y profundamente humana

Este CAM atiende a 87 estudiantes en dos turnos: por la mañana, niños con discapacidad visual y auditiva; por la tarde, menores con autismo, discapacidad intelectual o motriz. Muchos de ellos también reciben terapias en el Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT).

La atención es personalizada, constante y, sobre todo, humana. En una de las aulas, un niño ciego sonríe mientras recorre con sus dedos una maqueta táctil. Ese instante resume todo: un equipo comprometido, familias involucradas y una comunidad que apuesta por la esperanza.

Enseñar es también sostener

“No se trata solo de enseñar, sino de sostener”, afirma el director. Esta frase define el espíritu del CAM Margarita Gómez Palacio Muñoz, donde el cambio real ocurre en lo cotidiano: en una hoja en Braille, en un abrazo paciente o en una cartulina que va de la escuela al hogar.

En medio de un contexto nacional marcado por la protesta, este centro demuestra que la educación no se detiene. Aquí no hay paros de amor, solo breves pausas para respirar... y continuar enseñando.