Más de 20 mil hectáreas afectadas y pérdidas millonarias en el sector cañero

El sector cañero del sur de Quintana Roo atraviesa una crisis fitosanitaria, con más de 20 mil hectáreas invadidas por el hongo Fusarium, una plaga altamente destructiva que ataca las raíces y causa daños irreversibles en las plantas.

Este brote ha puesto en alerta a más de 500 productores de la región, quienes enfrentan pérdidas económicas estimadas en más de 800 millones de pesos.

¿Qué es el Fusarium y por qué es tan peligroso?

El Fusarium es un hongo que vive en el suelo y se transmite por las raíces, dificultando su erradicación. Según expertos del sector, puede persistir entre 10 y 15 años en una zona si no se aplican controles biológicos y agronómicos adecuados.

Actualmente, al menos 15 mil hectáreas ya muestran un deterioro avanzado.

La CNPR impulsa biofábrica

Frente a este panorama, la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR) en Quintana Roo, encabezada por Benjamín Gutiérrez Reyes, está trabajando junto al gobierno estatal en la creación de una biofábrica especializada en agentes biológicos como Trichoderma y Bacillus, microorganismos que ayudan a contener la propagación del Fusarium.

“Con el apoyo directo de la gobernadora Mara Lezama, estamos impulsando una biofábrica dentro de la CNPR que nos permita producir nuestros propios insumos. No será la solución total, pero es un paso necesario para reducir la dependencia de productos costosos y escasos”, afirmó Gutiérrez Reyes.

Actualmente se cuenta con una biofábrica de pequeña escala, con capacidad para atender entre mil y tres mil hectáreas al año, lo que apenas cubre una fracción del total afectado.

Por ello, la nueva instalación busca multiplicar la producción de insumos biológicos y reducir los costos de tratamiento, que hoy ascienden a hasta 15 mil pesos por hectárea.

Caída de producción de cañeros en Quintana Roo

Además del impacto sanitario, la crisis golpea directamente el rendimiento y la economía del sector. La meta de alcanzar 1 millón 580 mil toneladas de caña procesada está en riesgo, y con ello, el precio por tonelada también podría caer.

El 90% de los productores se encuentra en cartera vencida, sin capacidad de acceder a créditos nuevos.

“Ya no hablamos de créditos, sino de una deuda que nos tiene en la lona. Una reestructura no es perdón, es solo una muerte más lenta”, advirtió el líder de la CNPR.

La caña, segundo motor económico de Quintana Roo

Pese a las dificultades, los productores mantienen operaciones con respaldo técnico del ingenio San Rafael de Pucté, aunque el escenario es cada vez más incierto.

Gutiérrez Reyes recordó que la agroindustria cañera es el segundo motor económico del estado, después del turismo, y que miles de familias dependen directamente de esta actividad.

“Estamos esperanzados en que el gobierno estatal no nos suelte la mano, porque esta crisis necesita soluciones de fondo y acciones urgentes”, concluyó.