Faltan cinco días para las elecciones de los miembros del Poder Judicial Federal (PJF), y local claro está, elecciones concurrentes les llaman, las cuales son inéditas porque los principales juzgadores, con experiencia o no, por primera vez irán a las urnas para ser electos por los ciudadanos.

Hay que recordar que antes, en el Poder Judicial, los jueces, magistrados y ministros provenían de una carrera judicial realizada toda su vida ahí, en el famoso e inalcanzable para muchos Tribunal de Justicia Federal.

Todos iniciaron como oficiales, previos exámenes ascendían a actuarios, secretarios y posteriormente a alguno de los anhelados cargos, jueces de distrito y de ahí, las ligas mayores como magistraturas y por qué no, ministros de la Suprema Corte.

Pues bien, ahora se irá a las urnas, lo que no quiere decir que, como en toda elección, haya sus preferidos y trabajo previo para que se vote por determinado candidato, pero el asunto aquí es que cualquiera con la carreara de abogado, conozca o no el funcionamiento del Poder Judicial que hay que decir que no es cosa menor, podrá intentar ser juez o, ya de perdis, magistrado.

¿Eso es bueno o malo? El tiempo lo dirá, porque la del 1 de junio es la primera elección para jueces, magistrados y ministros del PJF, y para los integrantes del Poder Judicial de Quintana Roo.

Ir a urnas, en el caso del PJF, le da la oportunidad a aquellos que nunca pensaron estar en los juzgados federales, y menos como jueces, pero que sí tienen la capacidad para ello.

Lo que también abre la puerta a los oportunistas, aquellos que por mérito propio jamás ocuparían un cargo en los máximos tribunales al ser personas deshonestas, pero que ahora sí podrán estar y sentarse en una silla que ni en sus sueños se imaginaron ocupar.

Pues bien, este 1 de junio, en cinco días para ser más precisos, se realizará una elección inédita, una que algunos han llamado una farsa y montaje, para la que ya están los nombres de los que serán los elegidos, pero para otros es la oportunidad de ingresar al PJF y comenzar una verdadera carrera judicial. Hasta la próxima.