Este martes, personal médico, de enfermería y administrativo del Hospital General de Zona y Medicina Familiar No. 1 del IMSS en Chetumal realizó una protesta pacífica en las afueras del inmueble.
La protesta se originó por las severas deficiencias en las condiciones laborales y de infraestructura que, aseguran, afectan directamente la atención a los derechohabientes.
“Trabajamos a oscuras y sin condiciones mínimas”, denuncian trabajadores
De acuerdo con los manifestantes, el hospital opera actualmente sin condiciones mínimas para brindar atención médica. El área de quirófanos se encuentra fuera de servicio, la consulta externa está colapsada y el personal se ha visto obligado a atender pacientes en los pasillos ante la falta de espacios adecuados.
Además, señalaron que los servicios básicos, como agua y energía eléctrica, presentan constantes fallas. “Tuvimos que trabajar alumbrándonos con celulares porque no había luz”, relató uno de los médicos.

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Pacientes expuestos al calor y riesgo de inundaciones
El calor extremo también ha sido una constante para los pacientes internados, quienes sufren debido a la falta de ventilación. Algunas áreas del hospital han tenido que abrirse de forma improvisada para permitir la circulación del aire.
Durante la temporada de lluvias, el riesgo aumenta: hay filtraciones de agua, plafones caídos y zonas que podrían inundarse. Todo esto ocurre en un hospital que fue inaugurado en 1978 y que, pese a una remodelación en 2018 que costó 57 millones de pesos, hoy enfrenta un grave deterioro.
El director no atendió la protesta en el IMSS
Uno de los principales reclamos de los trabajadores fue la ausencia del director del hospital, Javier Michael Naranjo García, quien no acudió a dialogar con los inconformes y envió únicamente a su secretaria.
Aunque Naranjo García ha reconocido públicamente las deficiencias, afirmó que se requieren al menos otros 57 millones de pesos para reparar y mantener el hospital. También señaló que el IMSS ya analiza la posibilidad de construir una nueva unidad médica en Chetumal, pues el actual nosocomio “ya no puede crecer más”.
Los trabajadores exigen atención urgente a las condiciones del hospital, no solo por su seguridad, sino por la salud de miles de derechohabientes. “No es un capricho, es una necesidad. Esto ya es insostenible”, concluyó uno de los manifestantes.
Este artículo se basa en una publicación de Ruptura-360; haz clic para leer el original.