En la democracia mexicana, pocas veces una candidatura independiente ha cimbrado tanto las estructuras como lo hizo la de la dra. Denisse Uribe, quien con una campaña austera y sin respaldo partidista, logró un millón 508 mil 152 votos a nivel nacional en la elección judicial del 1 de junio de 2025.

Este dato, por sí solo, ya es significativo. Pero se vuelve sísmico al compararlo con la realidad electoral de todo un país: la dra. Uribe obtuvo más votos que la totalidad de sufragios emitidos en al menos 11 estados de la República durante las elecciones presidenciales de 2024. Superó entidades completas como Baja California Sur, Colima, Campeche, Nayarit, Aguascalientes, Tlaxcala, Zacatecas, Durango, y sí, también a Quintana Roo y San Luis Potosí.

Y lo más revelador: lo hizo con apenas 76 mil pesos. Una cifra simbólica frente a los millones que gastan partidos para conseguir resultados menores. Su campaña no se montó sobre espectaculares, operadores ni pactos oscuros. Se construyó cara a cara, con pasos, no con estructuras; con ideas, no con promesas vacías.

En Veracruz, por ejemplo, la candidatura de la dra. Denisse superó los votos de todos los partidos políticos locales, incluyendo la poderosa coalición Morena-Verde, que con toda su maquinaria institucional apenas alcanzó 956 mil sufragios. Ella, sin un solo regidor, sin financiamiento público, sin cargos previos, les pasó por encima en la voluntad popular.

¿Qué significa esto?

Que algo está cambiando. Que la ciudadanía está dispuesta a escuchar nuevas voces, incluso fuera del sistema. Que cuando una mujer camina el país con la verdad por delante y sin deberle favores a nadie, el respaldo llega… y en masa.

En el comparativo con otras mujeres que contendieron para ser ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la dra. Uribe también destacó: sus 1.5 millones de votos la colocaron por encima de candidatas con apoyos institucionales, bloques de partidos y promoción en medios. Ella no sólo participó, compitió, incomodó y se colocó.

Este fenómeno obliga a reflexionar. ¿Qué dice de nosotros como sistema? ¿Por qué una campaña sin dinero ni siglas logró lo que muchas estructuras no pueden? La respuesta está en las calles que caminó, en los ojos que miró y en el mensaje que repitió una y otra vez: la justicia debe volver a la gente.

“Denisse no sólo pidió el voto, lo caminó. Y no sólo venció a los partidos: venció el escepticismo”.

Lo logrado por Denisse Uribe no es un accidente. Es un mensaje. Y como todo mensaje poderoso, lo que hagamos con él definirá lo que viene.

SAQUE FINAL…  Después de computar 83 mil 974 actas y con el respaldo de 86 mil 367 votos emitidos durante el proceso electoral para la designación de Magistrados Federales de Circuito, Judith Rodríguez Villanueva se consolida como la única de los ocho futuros integrantes del Poder Judicial de la Federación que nació y ha vivido toda su vida en Quintana Roo.

Originaria de Chetumal y con 45 años de edad, Rodríguez Villanueva acumula una sólida trayectoria en el ámbito judicial, avalada por una ardua preparación académica y más de dos décadas de experiencia en el servicio público.