El Polo de Desarrollo Económico para el Bienestar en Chetumal avanza como parte de una estrategia nacional que, en el caso de Quintana Roo, busca detonar inversión privada en sectores clave como la agroindustria, el turismo y la generación de energía.
Esta iniciativa ofrece estímulos fiscales atractivos y aspira a consolidarse como un motor de crecimiento para el sur del estado.
Sin embargo, a pesar del potencial, aún enfrenta barreras logísticas y normativas que frenan su verdadero despegue, señaló Sergio León Cervantes, presidente de Empresarios por Quintana Roo.
“Se han sembrado las bases con visión a largo plazo. La gobernadora Mara Lezama ha empujado con fuerza esta iniciativa, pero ahora es responsabilidad también del sector privado sumarse y aprovechar las herramientas disponibles”, declaró.

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Incentivos fiscales en pro del desarrollo económico
El Polo forma parte de una estrategia más amplia que incluye herramientas como:
- Zona Libre de Chetumal
- Recinto Fiscalizado Estratégico (RFE)
- Corredor Industrial Othón P. Blanco–Chetumal
- Tianguis Agroindustrial YUM Kaáx
Estos mecanismos ofrecen esquemas de estímulo fiscal y comercial. En el caso del tianguis YUM Kaáx, por ejemplo, las empresas instaladas están exentas del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
No obstante, su operación se ha visto limitada por restricciones aduaneras. Actualmente, solo 120 fracciones arancelarias están autorizadas bajo el régimen de la Región Fronteriza Sur.
Cuellos de botella que frenan la competitividad
Uno de los principales obstáculos señalados por León Cervantes es que la ley exige que las mercancías ingresen únicamente por la aduana de Subteniente López.
Esto impide utilizar rutas más eficientes como el Aeropuerto de Cancún, el Puerto de Progreso o incluso las terminales de carga en Belice.
“Esto vuelve inoperante una estrategia que, en papel, es muy atractiva. Hay que revisar el marco legal para permitir mayor flexibilidad y conexión logística”, subrayó el dirigente.
El RFE, una herramienta sin operar plenamente
Otro componente clave es el Recinto Fiscalizado Estratégico, que permite a las empresas almacenar, transformar, exhibir o comercializar mercancía extranjera con beneficios fiscales y aduaneros.
A pesar de sus ventajas, el proyecto no ha despegado debido a que no se ha aprobado a los operadores logísticos interesados en gestionarlo.
Para León Cervantes, hace falta mayor voluntad política y coordinación interinstitucional para acelerar los permisos y destrabar el potencial de esta herramienta.
Una responsabilidad compartida
Finalmente, el empresario lamentó que instrumentos como la Región Fronteriza Sur —vigente desde hace más de seis años— no han sido aprovechados a plenitud por el empresariado local.
“La infraestructura y los beneficios están, pero no los hemos usado como deberíamos, se ha desperdiciado. Es momento de asumir la responsabilidad compartida para que el sur de Quintana Roo despegue con fuerza”, concluyó.