Chetumal crece sin orden

Chetumal, capital de Quintana Roo, enfrenta un problema crónico: las inundaciones. La falta de planeación urbana, su ubicación geográfica y la escasa inversión en infraestructura pluvial han convertido a la ciudad en un punto vulnerable durante cada temporada de lluvias, que abarca de junio a noviembre.

Con aproximadamente 170 mil habitantes y más de 160 colonias y fraccionamientos, según el Inegi y el Ayuntamiento de Othón P. Blanco, Chetumal ha crecido sobre una planicie costera rodeada de humedales.

Muchas de estas zonas han sido rellenadas para dar paso a asentamientos irregulares, agravando la problemática.

Infraestructura pluvial insuficiente y colapsada

La red de drenaje en Chetumal apenas cubre el 60 % de la ciudad, mientras que en las comunidades aledañas no hay atención para inundaciones.

En los últimos años, la inversión para pozos de absorción y obras de drenaje ha disminuido. En 2023, el Ayuntamiento destinó poco más de 900 mil pesos en mantenimiento y limpieza de la red pluvial, monto insuficiente ante las dimensiones del problema.

Un informe de la Coordinación Municipal de Protección Civil revela que existen 94 puntos críticos de inundación. Algunos de los más recurrentes se ubican en las colonias Payo Obispo, Solidaridad, Caribe, Centro, López Mateos y Proterritorio.

La topografía: un factor que complica soluciones

Juan José Guzmán García, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Quintana Roo Zona Sur, explicó que la mayoría del territorio chetumaleño se encuentra al nivel del mar o apenas 1.5 metros por encima, con excepción de algunos puntos que alcanzan los cinco metros.

Esta condición limita la implementación de soluciones como drenajes por gravedad, y obliga a construir pozos de absorción que resultan ineficientes en zonas amplias.

Además, muchas de las áreas de infiltración natural han sido cubiertas con concreto, lo que impide el escurrimiento y provoca que el agua se acumule en calles y viviendas.

CAPA deslinda responsabilidad

Aunque la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) tiene entre sus funciones el alcantarillado, vía transparencia aseguró que la construcción y mantenimiento del drenaje pluvial en Chetumal es responsabilidad exclusiva del Ayuntamiento.

La última obra significativa de CAPA en este rubro fue en 2020, cuando se invirtieron más de 137 millones de pesos en el drenaje de la zona norte de la ciudad. Desde entonces, las inversiones han sido mínimas. En 2023 se reportaron apenas 4.9 millones de pesos.

Chetumal, sin Atlas de Riesgo actualizado

Otra grave omisión institucional es la falta de un Atlas de Riesgo actualizado. El último documento oficial sobre peligros naturales data de 2007, lo que impide una planeación eficaz del desarrollo urbano.

Este instrumento es esencial para identificar zonas de alto riesgo, planear obras estratégicas y prevenir desastres.

Actualmente, Othón P. Blanco es uno de los municipios que no cuenta con este documento, junto con Bacalar, José María Morelos y Lázaro Cárdenas. La Coeproc advirtió que esto limita seriamente la gestión integral del riesgo.

Las propuestas: ¿soluciones o paliativos?

El Colegio de Ingenieros y la Coordinación Estatal de Protección Civil coinciden en que es necesario un trabajo coordinado entre los tres niveles de gobierno. Algunas de las soluciones propuestas incluyen:

  • Construcción de drenajes por gravedad en zonas estratégicas.
  • Supervisión estricta de desarrollos habitacionales y cumplimiento del reglamento urbano.
  • Mantenimiento periódico del sistema de drenaje y pozos de absorción.
  • Prohibición de desarrollos en zonas inundables.
  • Actualización del Atlas de Riesgo cada tres años, como marca la ley.

Sin embargo, estas acciones siguen sin materializarse a fondo. Mientras tanto, en Chetumal, ya no se requiere de un huracán para que las calles se inunden: basta una lluvia constante de una hora.