El proceso electoral 2026-2027 iniciará formalmente en septiembre de 2026; para eso faltan más de 12 meses. Para las elecciones del 6 de junio de 2027 faltan dos años. Pero la pre-pre campaña está a todo lo que da en Quintana Roo.
Como en los tiempos del PRI, la verdadera lucha se da antes, mucho antes del proceso formal, que termina siendo un simple paseo para quien resulte elegido o elegida, en este caso para el Gobierno estatal 2027-2033.
Sheinbaum, no a adelantados
De nada sirvió la carta que la presidenta Claudia Sheinbaum envió a Morena llamando a su partido a actuar en contra del nepotismo y las campañas adelantadas.
El Partido Verde -usando al moreno Adán Augusto- echó atrás la reforma contra el nepotismo porque afectaba sus intereses nepóticos en San Luis Potosí y logró retrasar su aplicación hasta 2030 para poder imponer a la esposa del actual gobernador.
En Quintana Roo, la pre-pre campaña la inició Eugenio Segura hace varios meses con esquema de “candidato de unidad”. El llamado de la Presidenta simplemente no fue tomado en cuenta.
Ahora guindas y verdes están con todo. La verdadera lucha interna es entre lo que representa Eugenio Segura y lo que representa Rafael Marín, independientemente que uno de ellos sea el candidato o haya una tercera opción, que no se descarta.
La gobernadora tuvo que salir al paso y defender su filiación morenista, mensaje político que impacta en la relación con la élite verde que tiene a Quintana Roo como su bastión económico y político.
El panorama electoral en Quintana Roo ya cambió; lo del “candidato único” ya se transformó completamente.
Ahora llegaron señales de que en Quintana Roo signará Morena. La profundidad de esta decisión se verá cuando el candidato o candidata es morena-morena o es verde con camisa guinda.
El vocero de Renán
Ante el posicionamiento de la gobernadora, los verdes se han engallado y afirman que “están listos para ir en solitario”. Lo dijo el mismo Renán Sánchez, quien en 2024 afirmó que ya son la segunda fuerza electoral en el estado y que “van por mejorar esa posición”, es decir, convertirse en primera fuerza en Quintana Roo por encima de Morena. Por eso les ha caído como balde de agua fría en su ruta al palacio de la Bahía de Chetumal.
Los morenistas por su parte han vuelto a alzar la voz. El diputado Ricardo Velazco deseó que el amago verde de “ir en solitario” no sea sólo eso y lo hagan realidad, para que vean que no van a superar ni el tres por ciento, contra el 21 por ciento que lograron “ordeñando” la vaca guinda.
Los marinistas también han salido a las calles de Playa del Carmen a defender las aspiraciones de Rafael Marín, además de otras voces, como Julián Ricalde.
Sea cual sea la decisión, el actual divisionismo podría convertirse en ruptura, en caso de no procesarse bien. De todos modos, el caso Quintana Roo pasa por el tamiz de las decisiones nacionales. Ante este panorama surge la pregunta ¿Alcanzará la operación cicatriz? Usted tiene la última palabra.