Para revitalizar la economía rural en Quintana Roo se promueve una transformación del modelo productivo del campo: los agronegocios.

Este esquema es promovido por la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpe) con un enfoque apartado de la dependencia del apoyo gubernamental, sino en brindar herramientas que permitan a los productores ser autosuficientes durante el año, especialmente en temporadas críticas como la sequía, según Jorge Aguilar Osorio, titular de la dependencia.

El campo en Quintana Roo envejece

Uno de los grandes retos, reconoce Aguilar Osorio, es lograr que las nuevas generaciones regresen al campo. Hoy en día, muchas hectáreas mecanizadas permanecen inactivas debido a que sus propietarios han envejecido o ya no están en condiciones de trabajar la tierra.

“Tenemos tierras fértiles sin producir porque los dueños han dejado de trabajar o porque quienes heredaron la tierra, en muchos casos viudas, no cuentan con el apoyo necesario”, apuntó.

Ante este panorama, la estrategia gubernamental apuesta por el desarrollo de agro negocios. Se trabaja en una carpeta de proyectos que permita atraer inversión privada al sector agropecuario y promover la producción local como un motor económico para el estado.

Fortalecer la producción y prever las temporadas difíciles

La Sedarpe también planea mejorar las líneas de operación para el próximo año, incorporando el suministro de material genético y apoyos para la crianza de especies menores, no solo sementales.

Además, se busca que los ganaderos puedan prepararse con antelación ante la temporada de sequía, impulsando la siembra de maíz y habilitando espacios adecuados para el almacenamiento de sus productos.

Ventajas naturales y necesidad de profesionalización

Quintana Roo cuenta con condiciones inmejorables para el desarrollo del campo: tierras fértiles, buen clima, vías de comunicación terrestres y aéreas, seguridad y un mercado creciente que puede consumir mucho más de lo que actualmente se produce.

Actualmente, el cultivo más importante es la caña en la región sur, pero la profesionalización del campo es una prioridad.

En este sentido, la Sedarpe ha establecido contacto con líderes cañeros para implementar cursos de capacitación, con énfasis en la inclusión de las mujeres, quienes históricamente han sido excluidas de los apoyos gubernamentales.

Hacia un campo con equidad y desarrollo sostenible

Uno de los retos pendientes es garantizar que el acceso a programas y recursos sea equitativo. Las mujeres, que son pieza clave en la actividad agropecuaria, enfrentan más obstáculos para obtener apoyos.

El nuevo enfoque de la Sedarpe busca corregir esta desigualdad estructural y aprovechar el potencial del campo para impulsar un desarrollo más justo y sostenible.