En el 178 aniversario del inicio de la Guerra de Castas, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, encabezó una ceremonia conmemorativa en la que reivindicó el papel histórico del pueblo maya como símbolo de resistencia y lucha por la justicia social.
Durante el acto, Lezama subrayó que este levantamiento no fue una simple rebelión, sino un clamor de justicia frente a siglos de despojo, discriminación y racismo. “La guerra social maya fue un grito de justicia ante siglos de abusos”, expresó.
Mara Lezama reconoce deudas históricas
La mandataria destacó que no puede hablarse de transformación verdadera sin reconocer las deudas históricas hacia los pueblos originarios. “No puede haber bienestar mientras persista la marginación y el olvido”, sostuvo.
Lezama aseguró que su gobierno trabaja para cerrar las brechas de desigualdad, con políticas públicas centradas en la justicia, el respeto a los derechos y el combate al racismo y la discriminación estructural.

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Compromiso con el pueblo maya
La gobernadora reafirmó su compromiso con las comunidades indígenas, señalando que la lucha de hace casi dos siglos continúa viva en quienes hoy defienden su lengua, costumbres y territorio.
“El gobierno de la Cuarta Transformación no olvida ni traiciona. Lo construimos con el pueblo y para el pueblo”, enfatizó, dejando claro que su administración prioriza a quienes históricamente han sido ignorados.
“Es tiempo del pueblo”
Finalmente, dirigió un mensaje directo al pueblo maya, asegurando que su gobierno no permitirá que el abandono hacia estas comunidades se repita. “Hoy, como hace 178 años, es tiempo del pueblo, es tiempo de justicia social, es tiempo de transformación”, declaró.
